Violencia simbólica y Mediática

ANTE EL TRIPLE FEMICIDIO DE LA MATANZA

La organizaciones que conformamos la Asamblea Lesbotransfeminista de Salta repudiamos la cobertura mediática del triple femicidio cometido en La Matanza- Provincia de Buenos Aires, y del cual nos enteramos en la fecha. Al dolor por el femicidio de tres jóvenes mujeres le sumamos la rabia de ver cómo los medios revictimizan a nuestras compañeras asesinadas.

Imagen : La cadera de Eva

Los medios de comunicación no sólo informan sino que conforman narrativas donde se reproduce la ideología machista, patriarcal y violenta.
Asimismo los discursos de odio contra las mujeres y el colectivo del LGBTIQ que surgen desde el mismo gobierno nacional repercuten en la sociedad y la opinión pública. Sumado a la desarticulación y desfinanciamiento de las políticas públicas de protección, prevención y erradicación de la violencia de género. Esto no es un hecho aislado, es el resultado de la suma de responsabilidades estatales ausentes.

Hace días que las tres jóvenes: Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez estaban desaparecidas. Desde ese momento la cobertura de los medios tendió a enfocarse en la historial personal de las víctimas, en lugar de centrar la narrativa en la gravedad del hecho y la responsabilidad de los perpetradores o la respuesta institucional. Vemos con total preocupación el actuar de los medios de comunicación que llevan adelante:
La constante revictimización y estigmatización: Al poner el foco en aspectos de la vida privada de las jóvenes, se revictimiza y estigmatiza a las víctimas y a sus familias. Esta práctica sugiere, implícita o explícitamente, que las mujeres son responsables por su propia desaparición debido a sus elecciones de vida.

La falta de Enfoque en la Violencia Estructural: Una cobertura con perspectiva de género debe enmarcar la desaparición en el contexto de la violencia estructural y sistémica que afecta a mujeres y niñas, particularmente a aquellas en situación de vulnerabilidad social o económica. La falta de este enfoque desvía la atención de las fallas del Estado y las estructuras criminales (como las redes de trata) que podrían estar involucradas.
El morbo y sensacionalismo en las coberturas: Algunos reportes han incurrido en el sensacionalismo y el morbo, utilizando información privada o detalles escabrosos sin valor informativo relevante para la búsqueda y luego a la exigencia de justicia para las víctimas de femicidio, lo cual contraviene las guías éticas y los protocolos para el tratamiento de casos de violencia de género.

La minimización de la Alarma Social: Al trivializar el riesgo que enfrentan las mujeres o especular sobre una «desaparición voluntaria» (un prejuicio común en estos casos, especialmente con adolescentes), se minimiza la urgencia de la búsqueda y la alarma social que debería generar la desaparición de tres mujeres.
La necesidad de una cobertura con perspectiva de género es fundamental para exigir búsquedas inmediatas y diligentes, evitar la culpabilización de las víctimas y enfocar la atención en la justicia.
Una mujer es asesinada cada 25 hs. En nuestro país. La semana pasada se cometió un femicidio en la localidad de Cafayate y ayer mismo hubo un intento de femicidio en la capital salteña.
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