Luego que varias periodistas, comunicadoras, feministas, expresaran su repudio al tratamiento periodístico, que Laura di Marco y Viviana Canosa,dispensaran a la supuesta enfermedad de Florencia Kirchner,asociaciones de psicólogas, psicólogos y de salud mental, salieron a rechazar, la violencia comunicacional que implica, hablar sobre cualquier tipo de enfermedad o supuesta enfermedad sin la sistencia de unx especialista.
Imagen : El numeral
No es falta de nutrición materna, es violencia comunicacional
Desde el Colegio de Psicólogas y Psicólogos de Santa Fe 2da Circ. expresamos nuestro repudio frente a los dichos de la periodista Laura Di Marco, quien se refirió a la situación de la hija de la vicepresidenta de la nación mediante términos y expresiones que no sólo carecen de fundamento científico respecto a los padecimientos subjetivos en general y a los llamados trastornos de la alimentación en particular, sino que además están dirigidos a continuar y profundizar la escalada de odio y violencia con fines políticos.
En un acto de absoluta irresponsabilidad comunicacional, la mencionada se refirió a la anorexia en los siguientes términos: “Quienes estudian la enfermedad de la anorexia es falta de madre (SIC), es falta de nutrición materna”. Semejantes expresiones, utilizadas con el objetivo de promover el odio político, de manera expresa transmiten de un modo totalmente equivocado nociones e ideas que afectan directamente a personas con éstos padecimientos.
Según datos del Centro especializado en la prevención, investigación y tratamiento de bulimia, anorexia y sobrepeso (BACE), en la Argentina entre el 12% y el 15% de los adolescentes padecen de anorexia o bulimia nerviosa, siendo el 90% de los afectados mujeres y el 10% varones. Estamos hablando de alrededor de 1.500.000 personas y sus familias afectadas.
No es la primera vez que desde determinados medios de comunicación se utiliza, y se ataca, la salud de una persona por sus vínculos con una dirigente política, con el fin de dañarla directa o indirectamente.
Como planteara la psicoanalista Nora Merlín, «los medios de comunicación desempeñan un rol crucial, configuran la realidad y operan sobre las subjetividades manipulando significaciones. Producen e imponen sentidos y saberes que funcionan como verdades y que, por efecto identificatorio, se transforman en comunes formando la opinión pública». Resulta por ello fundamental para nuestra democracia y para la salud en nuestro país, que este tipo de conductas en los medios, que vulneran los derechos de las personas con padecimiento y sus familias, sean sancionadas.
La salud mental también se defiende en los modos en los que se transmiten y se construyen socialmente sus significados.
Por otro lado, la Asociación Argentina de Salud Mental, se expresó en los siguientes términos:
La Asociación Argentina de Salud Mental (AASM) expresa su más enérgico repudio por las expresiones vertidas por la periodista Laura Di Marco en un programa de televisión que se emite por canal LN+, en relación a la supuesta enfermedad que, según ella, padece la hija de la vicepresidenta de la Nación.
En efecto, en ese programa, la periodista no solo se dirigió en forma ofensiva, violenta, inadecuada y desafortunada en relación al estado de salud de una persona, sino que realizó por televisión un diagnosticó en forma ilegal, afirmando que la hija de la vicepresidenta padece una “Anorexia nerviosa galopante” y, además, describió con conceptos falsos, incoherentes y absurdos la supuesta causa de ese padecimiento, aseverando que la misma, es producto de “la falta de madre”.
En este contexto, el trato mediático inadecuado, en este caso, evidenció la violación total del derecho a la intimidad de una persona, la ausencia de las más elementales normas éticas, pero fundamentalmente, el desconocimiento de las normas vigentes en relación al trato que los medios se encuentran obligados a cumplir según la ley.
Los temas de salud deben ser tratados por profesionales de la salud y no por comentadores o periodistas, que muchas veces lo hacen desde el odio, el amarillismo, el morbo y las opiniones desacertadas y malintencionadas, que solo logran estigmatizar y violar los derechos de las personas con padecimiento mental y desinformar y confundir a la sociedad.
Para finalizar, nos solidarizamos con todas las personas y las familias que están atravesando esta gravísima problemática, e instamos a los periodistas a tratar con seriedad los temas de salud y a las autoridades a tomar las medidas necesarias para sancionar esta miserable actitud que nada tiene que ver con el periodismo.
Comisión Directiva de la Asociación Argentina de Salud Mental (AASM)