Chubut

Aniquiló a una familia con un arma con silenciador y lo condenaron a prisión perpetua

Un tribunal determinó de forma unánime que Claudio Lamonega asesinó a tiros a su ex mujer y a los dos hijos de ella. Fue hace un año en Chubut. Antes cenó con sus víctimas.lamonega

Agachó la cabeza y se encerró en su infierno. El lenguaje corporal de Claudio Lamonega dejó en evidencia lo que su palabra negó siempre. La justicia tarda, pero llega.

En un fallo unánime, los jueces del tribunal de Sarmiento, Chubut, integrado por Roberto Casal, Daniel Pérez y Marcelo Orlando, lo consideraron culpable por el triple crimen de su ex mujer y los dos hijos de ella, y le impusieron una pena de prisión perpetua por los delitos de homicidio agravado con alevosía y homicidio agravado por el vínculo en el caso de Marisa Santos. Los fundamentos se darán a conocer el 21 de diciembre y la defensa apelará el dictamen ante la Cámara en lo Criminal de Comodoro Rivadavia.

Con esta resolución se esclareció aquella matanza que se concretó entre las 3:25 y las 9:30 del domingo 23 de noviembre de 2014 en una chalet de Sarmiento, un pueblo petrolero que todavía sigue conmocionado, porque el asesino cenó con sus víctimas –Marisa, de 46 años, y sus hijos, Lucas, de 16 años, y Victoria Ramis, de 17–, antes de matarlos con un arma con silenciador en la noche ventosa de la Patagonia.

«No esperábamos otra cosa que reclusión perpetua. A pesar del dolor que tenemos, porque nada nos los va a devolver a Marisa, Victoria y Lucas, esta es una forma de que puedan descansar en paz y nosotros podamos empezar una nueva vida», dijo Daniela, la hermana de Marisa. «Los jueces fueron muy sensatos en su veredicto, aunque para que esto sea un poco justo deberían ser tres sentencias, porque le quitó la vida a mi hermana y a mis dos sobrinos.»

«No esperábamos otra cosa que reclusión perpetua»

Sobre la calificación de femicidio que había pedido la fiscal de la causa, Andrea Vázquez, que no fue aceptada por el tribunal, Daniela admitió que pudieron faltar pruebas «aunque de todas maneras es perpetua igual, no me parece que sea algo para problema, pero yo lo conocí a este hombre mucho tiempo y vi malas contestaciones, el maltrato psicológico con mi hermana era permanente», recordó.

«La frialdad siempre molestó, siempre fue un tipo ermitaño de hablar mal de las demás, a cualquier persona se le muere una mascota y se pone mal, pero él nunca manifestó tristeza ni preocupación. Nos llamó la atención que no muestre emociones, ni tristeza, ni alegría, lo único que ha hecho es mentir y golpearse el pecho», concluyó Daniela.

Al ser consultada por Tiempo Argentino, la fiscal Vázquez se mostró satisfecha por la decisión del tribunal. «Por lo menos hemos podido darle un poco de paz a esta familia que sufrió tanto, le dimos una caricia ante un hecho tan aberrante que nos ha tocado investigar. Nada recuperará las vidas de Marisa, Lucas y Victoria, pero al menos hemos realizado nuestro trabajo con compromiso y verdad.»lamonega

En una sala de audiencias, llena con presencia de familiares, amigos, medios de comunicación y militantes de organizaciones sociales, se desarrolló la jornada final del juicio por el triple crimen. El juez Casal indicó que el tribunal había rechazado el pedido de nulidad, requerido por el defensor público, con respecto a la pericia del examen mental realizado por el psiquiatra Herminio Gonzales a Lamonega. Allí se constató que el condenado tiene una personalidad psicopática y carente de culpa.

En relación a los hechos, se destacó la presencia de Lamonega en la casa de las víctimas el día de los hechos. Esto se pudo probar mediante la declaración del propio imputado y el testimonio de un amigo de la familia, que observó la camioneta del apicultor y empleado petrolero, estacionada sobre la calle Sarmiento 445, en las primeras horas del domingo 23 de noviembre del año pasado.

Los jueces consideraron que hubo una omisión maliciosa de Lamonega.

En esta línea de análisis, subrayaron la comunicación telefónica, que Lamonega tuvo con la prima de Marisa, a quien le manifestó que «están los cuerpos adentro», cuando hasta entonces, sólo se sabía del hallazgo de un cadáver.

Los jueces consideraron que hubo una omisión maliciosa de Lamonega, al no informar a la policía, que su hijo le había contado que observó la camioneta de Marisa en una esquina del pueblo. Lamonega declaró que al regresar a la casa, controló el aceite de la camioneta y le dio un masaje en las piernas a Victoria.

Pero esas acciones ocurrieron dentro de la franja horaria en la que fue filmado por las cámaras de seguridad, conduciendo la camioneta de la víctima y su propio auto. Las pericias efectuadas por Equipo Técnico Multidisciplinario (ETM) de la Procuración, en los Departamentos de Informática Forense y Psicología Jurídica Forense fueron claves. Los datos informáticos permitieron comprobar mediante el GPS que el teléfono celular de Marisa había sido desactivado en el interior de la casa el día de los asesinatos. La autopsia psicológica forense precisó el bajo riesgo de las víctimas, la puesta en escena del asesino y confirmó que el autor no podría ser ajeno al grupo familiar. Todos los caminos conducían a Lamonega, tal como publicó este cronista hace un año con una crónica realizada desde Chubut.

El tribunal detalló en el fallo, el amplio conocimiento que Lamonega tenía sobre el manejo de armas de fuego –solía matar perros salvajes y los colgaba en el alambrado de la estancia de su padre–, y la simulación de su estado de ánimo. El uso del silenciador era su fetiche criminal.

LOS FUNDAMENTOS

21 diciembre es la fecha que los jueces designaron para dar a conocer los detalles de la causa.

«Es una forma de empezar una nueva vida»

Alejandra Santos, hermana de Marisa Santos

«Hemos podido darle un poco de paz a la familia»

Andrea Vázquez, fiscal de la causa

 

Imagen : elpatagónico.com/ eldiariode madryn.com