Hice estos dibujos porque me parece muy importante recordar que el feminismo en la Argentina ha sido interseccional y horizontal por décadas. Incluso con diferencias internas, se lograron avances fundamentales en derechos y libertades. Falta bastante por conquistar; y entender que necesitamos unión para enfrentar un enemigo común (el Sistema patriarcal, capitalista y clerical) es esencial para salir adelante.
La memoria feminista debe acercarnos a las distintas realidades, a los consensos y la visibilización de TODAS las luchas. No me parece bien salir “a matar” a compañeras tampoco. Aunque crea fuertemente que están equivocando sus planteos.
Pienso que en otros países la lucha transfeminista puede ser diferente a la que tenemos aquí y por eso quizás no se entienda el poder que nos dieron Lohana Berkins, Maite Amaya, Diana Sacayán… o que pateemos las calles abrazadas, mujeres, no binaries, travestis, trans, lesbianas... racializadas, discriminadas o silenciadas por la desigualdad económica, de clase, de origen, de género.
Negar que todas las identidades que nombré somos víctimas de la violencia machista, con muchos puntos en común y otros específicos de cada lucha, es negar la posibilidad de vivir libres en un sistema que oprime, ubica, controla y define.
No creo que el lenguaje inclusivo nos silencie. Al contrario, lo estamos construyendo colectivamente con una direccionalidad específica, visibilizar todas las realidades. Pero pensar que el sujeto del feminismo es la mujer y que es la mujer definida de acuerdo a su genitalidad, es repetir un mecanismo patriarcal. Deseo que podamos construir para erradicar todas las violencias. El reclamo es político, la lucha es cultural y el modo de encararla (para mí) es colectivamente.