En 24 meses se contabilizan en Salta 32.425 denuncias por violencia familiar. La cifra corresponde al Distrito Centro, dentro del cual se encuentra el departamento Capital.
En el segundo semestre de 2006, unos meses antes de que se acordara la implementación de la nueva ley de violencia familiar (Ley 7.403) que deroga a la anterior (Ley 7.202), se registraron 3.500 denuncias. En el primer semestre de 2007 y ya con la nueva ley de Protección de Víctimas de Violencia Familiar y su ampliatoria Nº 7406 sancionadas y puestas en vigencia desde el 8 de septiembre, hubo 8.017 episodios de violencia familiar que fueron puestos en conocimiento de la Justicia. En la segunda mitad del mismo año se hicieron 9.516 presentaciones en igual sentido, mientras en los primeros seis meses de 2008 se contabilizaron 11.392 denuncias. Según estos datos desde el primer semestre de 2007 y ya con la vigencia de la Ley 7.403 hubo un incremento de un 13,93% de episodios registrados, mientras que en el siguiente período el aumento fue del 4,62%, y en 2008 la suba en porcentaje fue del 5,79%.
Cabría preguntarse entonces si el reporte de los casos de violencia dentro del hogar se debe a un aumento de los mismos o a que las personas se animan más a expresar la situación de maltrato a la que son sometidos dentro del hogar. Gabriela Cerrano, ex candidata a vicegobernadora por el Partido Obrero, considera en este sentido, que el incremento en el número de denuncias tiene al menos dos explicaciones, una de las cuales remite al caso Yapura- Alderete que caló hondo en las mujeres salteñas, estimando como segundo factor que a través de las reformas de la ley, el sistema judicial recepciona ahora lo que antes ignoraba. También relató que este gran número de demandas se acrecentó en las ciudades más grandes del interior provincial como Metán, Rosario de la Frontera , Joaquín V. González, Orán y Tartagal.
Datos aportados por otros organismos
Según los datos aportados por el organismo de emergencia 911, los casos denunciados por violencia familiar desde enero hasta agosto de 2007 alcanzan un 9% del total de recepciones realizadas a través de dicho sistema, contabilizando un total de 12.120 situaciones de este tipo.
Por su parte, el Programa de Riesgo Social detectó dentro del hogar entre enero y septiembre del pasado año un 26% del total de consultas realizadas de situaciones de violencia física (de las que son objeto en su mayoría niños y mujeres), en tanto, se reportaron casos de abuso sexual en un porcentaje del 3% y un 18% de violencia emocional o psíquica.
También, el Consejo Nacional de la Mujer y del Poder Judicial de la Nación destacan el aumento en la cantidad de denuncias recibidas tomando como parámetros el año 1.997 en el que se radicaron 1.809 denuncias contra 4.386 que se conocieron durante 2006, lo que implica una diferencia de 2.577 casos por encima del primer parámetro.
Ley de Violencia Familiar 7.403/06
La ley pretende la exclusión del golpeador desde la primera demanda junto a la capacitación de los agentes encargados de recepcionar las denuncias, ya que en la mayoría de los casos, las mujeres que relatan haber sufrido maltrato en su hogar, destacan que son tratadas de forma burlesca por el personal policial.
La ley además intenta agilizar y dotar al sistema judicial de un registro informático capaz de canalizar con mayor rapidez y eficiencia cualquier caso de violencia registrada en torno a lo que se entiende por violencia familiar (Ley 7.403/06 Artículo 1º.- Ámbito de Aplicación. Toda persona que sufriere por acción, omisión o abuso, daño psíquico o físico, maltrato moral, financiero o económico notoriamente ilegítimo, sexual y/o en su libertad, aunque no configure delito, por parte de algún integrante del grupo familiar, podrá denunciar estos hechos en las dependencias de la Policía, Ministerio Público, Juzgados de Paz o Juzgados de Personas y Familia. A los efectos de esta Ley, se considera como grupo familiar al originado en el matrimonio o en las uniones de hecho, sean convivientes o no, persistan o hayan cesado, incluyendo a los ascendientes, descendientes, colaterales y afines, o a quienes cohabiten bajo el mismo techo en forma permanente o temporaria. La presente también se aplicará sobre la persona con quien tenga o haya tenido relación de pareja o noviazgo.), pero a su vez deja librados algunos puntos que parecen no ser menores en este tipo de casos, como la necesidad de que sólo los jueces puedan tomar las audiencias, entendiendo el gran número de demandas existentes.
Otro de los puntos cuestionables son las instancias de mediación por las relaciones asimétricas existentes entre el agresor y su víctima y por último, la ausencia de todo intento de un verdadero sistema de datos basados en sexo, edad, nivel de instrucción, etc. de las personas involucradas. A estas observaciones, la militante del PO, agrega que la aplicación de la misma no es efectiva ya que pese a existir lesiones graves los golpeadores quedan en libertad a los dos o tres días.
El hogar, lugar de privilegio de los maltratadores de mujeres
Según un relevamiento hecho por la senadora nacional por Salta, Sonia Escudero, las cifras vertidas tanto por organismos nacionales como provinciales deja al descubierto que un 80% de las denuncias realizadas o enmarcadas en las leyes de violencia familiar corresponderían a agresiones hechas contra la mujer.
Por su parte, Cerrano considera que al letargo de la Justicia antes del caso Rosana Alderete -que terminó cobrándose la vida de la mujer y de dos de sus hijos, poniendo al descubierto las falencias del sistema- se suma ahora el colapso de los juzgados, desbordados ante una avalancha de denuncias, resaltando que por día ingresan más de 100 demandas, lo cual precisa de una pronta respuesta del Ejecutivo. La joven, reconoce que ley no resuelve el problema de fondo, que sigue siendo en nuestras sociedades ?el sostenimiento económico de la mujer y los niños?, al tiempo que refuta la figura de ?la mediación?, ya que intentar que las partes traten de resolver el problema para preservar la familia, ?no es más que dejar a las mujeres en manos de los golpeadores?. En torno a esto, la joven asevera que no hay una solución verdadera en cuanto el principal factor que permite la pervivencia de este tipo de abusos pasa por el factor económico, lo que implica que muchas mujeres opten por soportar los golpes para poder alimentar a sus hijos.
Llamar las cosas por su nombre
A la falta de una denominación o de una normativa específica que incluya la violencia de género dentro de la legislación nacional y de los ámbitos provinciales, los periodistas de la Red Par reclaman la incorporación del tema en la agenda de los medios, con su consecuente seguimiento y discusión, además del respeto por la preservación de la identidad de la víctima, en caso de que esta así lo demande.
Del mismo modo piden evitar el lenguaje que encubre ?la relación de poder existente en los ataques que sufren las mujeres?, al tiempo que mencionan que siempre es mejor hablar en este tipo de casos de violencia contra las mujeres, violencia de género y violencia machista.