“Llevamos a los talleres la lucha contra el ajuste de Macri y los gobernadores, junto al pedido de Justicia para Juana, caso emblemático de violencia de género y violencia institucional. Recolectamos firmas por la libertad de los choferes detenidos de UTA y el apoyo a sus esposas que se pusieron al hombro la lucha por la libertad y la denuncia a la burocracia sindical”, manifestó la senadora Gabriela Cerrano al regreso del XXXI Encuentro Nacional de Mujeres en la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe.
Con una nutrida delegación de Salta, el Plenario de Trabajadoras contó con más de 120 mujeres de Capital, Colonia Santa Rosa, General Mosconi, Salvador Mazza, Rosario de Lerma y del Ingenio El Tabacal, Orán, a las que se sumó Jujuy.
En la oportunidad, la legisladora expresó su “total repudio a la represión desatada en la noche del domingo en el marco de la movilización de las mujeres”.
También manifestó su acuerdo con llevar el XXXII a Capital Federal, tras la postulación de Chaco con un apoyo minoritario, destacando que la Ciudad de Buenos Aires “no sólo reúne las condiciones organizativas, sino que resulta un destino fundamental para que miles de mujeres se muestren en el centro del Poder político del país”, y considerando que por horizontalidad y voto mayoritario corresponde a Capital ser sede del próximo Encuentro.
Subrayó además, que el retorno a Salta estuvo ensombrecido por otro gravísimo caso de violencia de género en Embarcación, “convencidas que para lograr el Ni Una Menos es fundamental la organización de la mujer independiente del estado, la iglesia y los partidos del régimen”, concluyó.
Paridad en espacios de poder
Por su parte, la abogada María Laura Postiglione, integrante de MuMaLá, sostuvo que se vivió “un encuentro maravilloso y multitudinario”. “Los ejes transversales fueron violencia, legalización del aborto, paridad en espacios de poder, todos profundizados por la pobreza y la crisis”.
“Ayer nos movilizamos más de 70.000 mujeres por las calles reforzando el reclamo por nuestros derechos”, consideró, recalcando su repudio absoluto a la “represión ejercida”, y lamentado que como todos los años, el foco se puso en estos lamentables hechos ocurridos durante la represión policial “en lugar de dar visibilidad a la esencia del Encuentro”.