Salta: La lucha desigual contra el dengue

Mientras desde el Estado se menciona que el dengue no es producto de la pobreza ni de las disparidades sociales que afronta la sociedad argentina, distintos profesionales de diversas áreas reconocen que si bien se debe enfatizar en prevención, fundamentalmente en la limpieza y descacharrado de patios y baldíos, los signos de pobreza estructural con falta de agua corriente de red en muchas de las regiones geográficas de la república marcan una fuerte interrelación entre la desigualdad, la exclusión y la proliferación de epidemias.

El uso de lavandina, aerosoles y repelente parecen haberse convertido en una muestra más de las brechas sociales, cuando miles de familias que ni siquiera gozan de una tierra propia y que pelean día a día por su subsistencia, deben proveerse de estos elementos para hacer frente a la crisis sanitaria que se vive dentro del país.

Sin salir de las fronteras de Salta -una de las provincias más afectadas por el creciente número de casos -el médico dermatólogo Hugo Sarmiento Villa, evaluó que la recomendación constante del uso del repelente contrasta con la realidad de un inmenso porcentaje de la población salteña, que vive en la más absoluta pobreza, especialmente en el norte de la provincial, adonde décadas de abandono han derivado en un sinnúmero de desocupados, señalando además que quienes tengan la posibilidad económica de acceder a esto deberían usarlo permanentemente, lo que conllevaría a elevar el gasto de cada grupo familiar y a provocar irritaciones o reacciones alérgicas en la piel.

Por su parte, Susana Carrasco, presidenta de la Cámara de Propietarios de Farmacias de Salta, manifestó que además de ser poco útil para personas que puedan tener algún tipo de sensibilidad o alergia a los repelentes, cualquier aumento o especulación como los dados a conocer en este tipo de productos, son fijados arbitrariamente por el lugar que lo comercializa, ya que los precios de fábrica no han variado considerablemente y hay suficiente provisión en stock. Del mismo modo, aseguró que creció el requerimiento de paracetamol ante cualquier sintomatología similar a la de dengue y que lo mejor ante todo es consultar con un profesional, ya que por ejemplo la vitamina B1 actúa como un repelente natural del mosquito a través de la transpiración.

Mientras tanto y enfatizando la importancia de la prevención y el tratamiento precoz el médico Infectólogo, Cesar Guillermo Lemir, Jefe de Residentes de Infectología del Hospital Señor del Milagro y Miembro de la Sociedad Salteña de Infectología y Microbiología, recomendó continuar con la limpieza de los lugares en los que el aedes aegypti puede reproducirse, como primera medida de prevención, asegurando que la detección temprana de la enfermedad y el acceso igualitario al sistema de salud es otra de las claves para que no se produzcan más defunciones. Lemir, agregó que en muchos casos el contagio pasa inadvertido por ser asintomáticos o presentar una sintomatología leve, lo que agrava aún más la situación por el desconocimiento ante la picadura de un nuevo vector.

La situación en el país

Extraoficialmente se conoce que la proliferación del mosquito que transmite el virus del dengue se encuentra en 580 de los 854 municipios del país. Lo mismo ocurre con las cifras reales de propagación de la enfermedad, que según estimaciones de la Dirección de Prevención de Enfermedades, ?por cada caso reportado podría haber entre cinco y diez casos no reportados?, dato que tiene sustento científico en la regla de proyección estadística de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para países emergentes. De este modo, hoy podríamos estar hablando de al menos 40.000 infectados en todo el territorio nacional.

Las cifras en América Latina

En el ámbito internacional, la Organización Panamericana de la Salud, a través de su directora, Dra. Mirta Roses Periago, llamó a los países latinoamericanos a reforzar la lucha contra la dengue, dada la cantidad de casos registrados en los últimos meses especialmente en Bolivia y Argentina, Paraguay y Brasil. Desde el organismo se subrayó la necesidad de impulsar acciones estatales que se centren en ?el control de sitios que favorecen la multiplicación de los mosquitos y manejo clínico del paciente?.

Según el reporte del organismo las cifras oficiales brindadas por los países ascienden a 113.758 casos del primer estadio de la enfermedad, incluidos 2.052 casos de dengue hemorrágico y dengue con complicaciones. Hasta 2008 las cifras ascendían a ?850.769 casos, incluidos más de 38.000 casos de dengue hemorrágico y 584 defunciones?.

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