Las organizaciones Crisálida, Lesmadres y 100% Diversidad y Derechos manifestamos nuestra satisfacción y celebramos la restitución de la hija de Soledad y Natalia, una beba de 10 meses apropiada por su abuela para alejarla de sus madres lesbianas el pasado 17 de septiembre en Tafí Viejo, provincia de Tucumán. La restitución de la niña a su familia fue posible casi un mes más tarde, a última hora del miércoles 13 de octubre, gracias al arduo trabajo realizado por las tres organizaciones y a los/as abogados/as Agustín Martínez y Mariana Álvarez.
Más allá de la alegría por la restitución es preciso visibilizar la persistencia de una cultura homolesbotransfóbica en el interior del país que contó la complicidad e impunidad de funcionarios públicos y agentes de la justicia local. A tres meses del festejo por la sanción del Matrimonio Igualitario nuestras familias aún evidencian una gran vulnerabilidad frente a estos ataques estando aún más expuestas en las localidades del interior del país.
En este marco, exigimos el esclarecimiento y las debidas sanciones para con quienes, por acción u omisión, tuvieron participación en la apropiación de la beba. No hay excusa posible para vulneración de derechos. Tanto la justicia local como los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley deben dar cumplimiento y resguardar los derechos de las niñas y niños tanto como los de las familias diversas de un modo efectivo, diligente y responsable.
Desde el movimiento de diversidad sexual expresamos nuestra firme decisión de no admitir acciones de discriminación o violencia en detrimento nuestro o en detrimento de nuestras familias. Además, exigimos que se tomen medidas pertinentes en virtud de ajustar a derecho el accionar lesbofóbico del Juez de Paz Juan Carlos Cipriani, que demostró ser un potencial agresor contra los derechos de las familias diversas.
Por último, exigimos un compromiso del Estado para garantizar que este caso de apropiación no se repita nunca más.
Relato de los hechos
La abuela que raptó a su nieta para evitar que sea criada por sus mamás lesbianas
Para evitar que la niña sea criada por lesbianas, la madre de Soledad, abuela de la nena, le arrebató a su hija de los brazos el 17 de septiembre. Desde entonces y hasta el día de hoy la beba estuvo separada de sus madres. Noemí Morales, la abuela que la secuestró, contó con la complicidad de la policía de Villa Obrera (zona donde residen también Soledad y Natalia) y el Juez de Paz de Tafi Viejo, el Sr. Juan Carlos Cipriani. A esta situación se sumaron las inexplicables demoras en la Fiscalía VI a cargo de la Dra. Adriana Reinoso, que se tomó casi un mes para iniciar las medidas pertinentes.
La beba tiene 10 meses de vida, es lactante y hace más de 20 días fue apropiada por su abuela. Noemí Morales, quien se la llevó, argumentó que la beba fue abandonada en su casa en el mes de abril. Sin embargo, las madres cuentan con el carnet de vacunación en el cual está registrado que la misma estaba por ser llevada, el 17 de septiembre último, al control medico mensual momentos antes de ser sustraída.
Inmediatamente Soledad fue a radicar la denuncia en la comisaría de la Villa Obrera donde no quisieron tomarle declaración, por lo que se dirigió a la comisaría Regional Norte de Tafi Viejo. No obstante, la denuncia llegaría a la fiscalía recién a principios de octubre.
En la audiencia conciliatoria del día 13/10/10 el Juez de Paz de Tafí Viejo, sr. Juan Carlos Cipriani no entregó la beba a sus madres, tampoco impidió que Morales se llevará a la beba (pese a existir una orden de detención en su contra), y frente a testigos les dijo a las madres que «era mejor que este con su abuela porque después en el tiempo iba a tener daño psicológico» en referencia a la familia que conforma Soledad junto a su esposa Natalia. Además, asintió cuando la apropiadora dijo que «era peligroso que este con las dos porque hay un varoncito (el hermanito de 4 años) que podría abusar de la beba cuando sea mas grande».
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