Con más de 120 mil casos de dengue notificados y 79 muertes en la temporada 2023/2024, la Argentina atraviesa una de las epidemias de dengue más importantes de los últimos años.
Recomendaciones
Ante síntomas de dengue -como fiebre alta, dolor de cabeza y muscular, vómitos y/o náuseas y aparición de manchas en la piel- lo principal es no automedicarse, hidratarse adecuadamente y consultar al médico.
No hay un tratamiento específico para el dengue. Habitualmente se indica paracetamol para aliviar los síntomas. No se debe tomar ibuprofeno o aspirina porque aumentan el riesgo de hemorragia (dengue grave).
Hay pautas de alarma a las que se debe estar atento, como el dolor abdominal intenso y continuo y el sangrado en encías, nariz, vómitos, heces u orina con sangre.
La circulación de este virus se ha identificado en 19 jurisdicciones: Ciudad y Provincia de Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos, Santa Fe, Corrientes, Misiones, Formosa, Chaco, Catamarca, Jujuy, Salta, Santiago del Estero, San Luis, Mendoza, San Juan, Tucumán, La Pampa y La Rioja.
¿Cuáles son los síntomas del dengue?
El dengue es una enfermedad viral transmitida por la picadura del mosquito Aedes aegypti. Cuando el mosquito se alimenta con sangre de una persona enferma de dengue, y luego pica a otras personas, puede transmitir esta enfermedad. El contagio se produce principalmente por la picadura de los mosquitos infectados, nunca de forma directa de una persona a otra, ni a través de objetos o de la leche materna.
“El 75% de los casos pueden ser asintomáticos, hay personas que solo tienen dolor de cabeza. Algunos refieren mucho dolor muscular y piensan que hicieron mucha actividad física, toman un analgésico y siguen trabajando”, explicó la médica infectóloga Andrea Uboldi, secretaria de Salud de la provincia de Santa Fe durante el webinar “Dengue: situación actual y estrategias de prevención”, de la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología (SAVE).
Y agregó: “En cambio, otras personas van a tener el cuadro florido de cefalea, dolores intensos en los huesos y en las articulaciones, acompañado también de una sensación de gusto raro que hace que el paciente no quiera comer y, en algunos casos, un cuadro gastrointestinal. Lo que vimos también en la provincia de Santa Fe, fue que el 70% de nuestra población cursa con rash (N. de la R: sarpullido en la piel), que puede ser al inicio de la fiebre, durante el periodo febril o luego de que ha cedido la fiebre”
¿Qué tenés que hacer (y qué no) si tenés dengue?
Ante síntomas de dengue, lo principal es no automedicarse, hidratarse adecuadamente y consultar al médico. En el caso de la Ciudad de Buenos Aires, se habilitaron unidades de atención febriles en 18 hospitales públicos. Allí se realiza un examen clínico y, en caso de que se requiera, la hidratación local. Luego se llevan a cabo estudios de laboratorio: extracción de sangre para analizar los niveles de plaquetas y diagnosticar así el nivel de gravedad.
A partir de los exámenes, el médico decidirá si el paciente puede continuar su tratamiento de forma ambulatoria (en su casa) o requiere hospitalización.
“El tratamiento cuando es ambulatorio es el reposo; hay que explicar que el dengue da mucho cansancio y por eso la persona no debe hacer refuerzo físico. El segundo punto es que, aunque no quiere comer, debe tomar abundante líquido. En el caso de un adulto, es importante tomar entre 1 litro y medio y 3 de agua, por día, fraccionado como té, jugos o tereré también, pero no bebidas alcohólicas; y analizar si el color de la orina es claro u oscuro, para saber si la hidratación es adecuada”, sostuvo Uboldi.
También es importante que la persona permanezca en su casa mientras tenga fiebre, use repelente cada 6 horas y mantenga las ventanas de la habitación cerradas y con ahuyenta mosquitos (espirales o tabletas) para evitar así que a través de la picadura de un mosquito pueda transmitir el virus a otra persona.
¿Cuáles son las pautas de alarma a las que tenés que estar atento?
Especialistas explican que existe una curva vinculada con la sintomatología del dengue. Los primeros días se da el inicio de la fiebre; en este momento es crítica la posibilidad de deshidratación, especialmente en provincias con altas temperaturas.
“En los primeros 5 días tenemos gran concentración de virus en sangre (viremia alta), por lo tanto la recomendación del uso del repelente y la renovación del repelente y todos los aparatos antimosquitos atmosféricos que tengamos son importantes y también recordar que en este periodo no es tan esperable que ocurran las complicaciones sino al ceder la fiebre”, manifestó Uboldi.
Las primeras 24 a 48 horas en que la fiebre cede es donde se pueden presentar complicaciones y la presentación de un dengue grave. Por eso, es muy importante estar atentos a los siguientes síntomas:
-Sangrado en encías, nariz, vómitos, heces u orina con sangre.
-Dolor abdominal intenso y continuo.
-Somnolencia, mareos o desmayos, o por el contrario fuerte inquietud e irritabilidad.
-Vómitos persistentes.
Ante estos síntomas, es muy importante acudir al centro de salud más cercano en forma urgente.
El Ministerio de Salud de la Nación sostiene que es importante tener en cuenta que la infección por un serotipo del virus del dengue, seguida por otra infección con un serotipo diferente, aumenta el riesgo de una persona de padecer dengue grave y hasta morir.
Pero factores individuales de riesgo pueden determinar también la gravedad de la enfermedad e incluyen además de la infección previa, la edad (menores de 5 años y personas de 65 años y más) y enfermedades crónicas (asma bronquial, inmunosupresión, diabetes) y a personas gestantes.
¿Cómo protegernos de las picaduras del mosquito?
Además de las acciones de prevención para disminuir las poblaciones del mosquito Aedes aegypti, también es importante prevenir las picaduras. Para eso, el Ministerio recomienda:
- Usar siempre repelentes, siguiendo cuidadosamente las recomendaciones del envase.
- Utilizar ropa clara que cubra los brazos y las piernas, especialmente durante las actividades al aire libre.
- Colocar mosquiteros en puertas y ventanas, y cuando sea posible usar ventiladores o aire acondicionado en las habitaciones.
- Proteger cunas y cochecitos de bebés con telas mosquiteras.
- Utilizar repelentes ambientales como tabletas (interior) y espirales (exterior).