Kristin Perry y Sandra Stier se casaron ayer después de 14 años de relación, en una emotiva ceremonia oficiada por la fiscal general de California, Kamala Harris, dos días después de que la Corte Suprema cerró el paso a la apelación de un grupo contrario.
«Ahora las declaro esposas de por vida», dijo la fiscal general de California, Kamala Harris, quien había urgido a la Corte federal de apelaciones de San Francisco el miércoles que levantara «inmediatamente» la suspensión de las bodas gay luego de un fallo a favor de la Corte Suprema.
«No puedo estar más honrada de estar aquí hoy y unirlas a ustedes dos en matrimonio», dijo Harris.
Con sobrios vestidos beige y un ramo de flores blancas en las manos, las novias se convirtieron «mujer y mujer» ante la conmovida fiscal, quien no consiguió contener una risa emocionada cuando olvidó dictar lentamente la promesa, para que Kristin fuera capaz de repetirla.