El fiscal Daniel Ichazo reveló algunos detalles de la investigación que inició contra empresarios de la noche, que captan a jóvenes mujeres para trabajar como “presencia”, pero luego las persuaden para ofrecer servicios sexuales.
El auge de la prostitución en boliches de Quilmes se encuentra bajo la lupa de la Justicia, desde donde se investiga el rol de empresarios de la noche que captan a jóvenes mujeres para trabajar como «presencia», pero luego les ofrecen más dinero para persuadirlas de formar parte del negocio.
A nivel local, el negocio cambió definitivamente. Tras la clausura de 354 prostíbulos entre fines de 2009 y principios de 2015, las llamadas «whiskerías» o bares en los que explotaban a mujeres dejaron de tener lugar en el distrito.
«Antes encontrábamos falsos lugares de esparcimiento, que funcionaban en connivencia con inspectores municipales y policías. Hoy en día, cuando recorremos Quilmes, no encontramos más estos sitios, porque el negocio mutó«, explicó a El Quilmeño el fiscal Daniel Ichazo, quien le declaró la guerra a los prostíbulos desde que asumió la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N° 1 de Berazategui.
Según describió el fiscal, en Quilmes hay dos tipos de «prostiboliches«. «De la investigación surgieron dos tipos de modalidades. Una es la que se da en los boliches de masiva concurrencia, en los cuales se ofrecen chicas a los que concurren al VIP. En este caso, los clientes llevan a las chicas a albergues de la zona», remarcó Ichazo, al tiempo que agregó: «Por otro lado, están los boliches más exclusivos, de menor concurrencia, que se manejan con los ‘privados’, es decir los prostíbulos que generalmente funcionan en departamentos de ampulosos edificios».
Testaferros
La investigación que lleva adelante la UFI N° 1 de Berazategui permitió develar que las caras visibles del negocio de la prostitución en los boliches son «testaferros». «Cuando comenzamos a investigar a los primeros sospechosos, nos dimos cuenta de que detrás de ellos hay personas más poderosas, que son empresarios de la noche», advirtió Ichazo.
«Estos empresarios no son los que se encargan de reclutar a chicas para hacer presencias o trabajar de meseras, quienes -en muchos casos, por su situación de vulnerabilidad- aceptan prostituirse cuando les ofrecen más dinero», añadió.
Imagen :diariopopular