Proponen que Argentina sea un Estado laico

Si bien Argentina es un Estado secular en cuanto reconoce la existencia de las religiones y permite la libertad de cultos, teniendo una postura agnóstica y laica al no pronunciarse a favor de ninguna de ellas, desde diversos puntos del país cuestionan que la Nación sostenga económicamente el culto católico, más teniendo en cuenta que las cifras no son menores sino que rondarían en 2009 en 26.523.746 pesos.

Cabe recordar siguiendo al escritor Emiliano Lleras en uno de sus artículos publicados en El Ateo Militante, que todas las religiones por el sólo de hecho de estar inscriptas dentro de la Secretaría de Culto y según el artíclo 2º de nuestra Constitución Nacional, son sostenidas en «términos económicos, en la entrega de exenciones, subsidios y desgravaciones de impuestos a la Iglesia», pero sólo la Iglesia Católica Apostólica Romana se encuentra incluida en el presupuesto nacional a través de un monto anual, que se conoce como sostenimiento del culto y que básicamente consiste en una renta fija destinada a las asignaciones de «obispos, parroquias, seminaristas, jubilación de sacerdotes, tribunales y facultades eclesiásticas, canonizaciones, sínodos, conferencias regionales y visitas ad límina, es decir, visitas de algunos miembros de la jerarquía eclesiástica al Vaticano para dar cuenta ante Papa del estado de sus diócesis. Dicha renta es transferida por la Secretaría de Culto del Ministerio de Relaciones Exteriores a la Conferencia Episcopal Argentina a través del Programa 17 denominado como Registro y Sostenimiento de Culto».

Para la escritora e integrante de ARGATEA (Asociación Civil de Ateos en Argentina) Sonia Morales, los cuestionamientos que se hacen a la Iglesia Católica se basan fundamentalmente en la utilización de esta institución como forma de «disciplinamiento social», por la poderosa impronta que ha trazado en cuestiones de diversa índole como ser: «la falta de adecuación y negación de la salud sexual y reproductiva, la oposición a la despenalización del aborto, su vinculación con los genocidas del proceso, la homofobia y el encubrimiento de la pedofilia en muchos casos dentro del sacerdocio».

Morales argumenta que como ciudadan@s, l@s libres pensadores deben soportar los símbolos religiosos (crucifijos, imágenes de santos, etc.)en lugares públicos, como hospitales o escuelas y que no conforme con ello, l@s alumn@s de establecimientos públicos en la Provincia de Salta, se ven condicionados a recibir educación religiosa, lo que le ha valido durante el mes de febrero al gobernador Juan Manuel Urtubey a recibir el premio Torquemada, otorgado por la FIDA (Federación Internacional de Ateos).

Morales recuerda además que es necesario exigir a l@s gobernantes la «separación definitiva de la Iglesia y el Estado», acabando con el sostenimiento de culto/s en todas sus formas: «subsidios, asignaciones, sueldos, prevendas, terrenos fiscales, viáticos y becas», agregando además que pese a que la Iglesia Católica se arroga un 90 por ciento de fieles dentro del territorio nacional, según estudios del CONICET sólo un 30 por ciento es practicante, por lo cual existen registros inflados elaborados a base de l@s niñ@s que son bautizad@s en los primeros meses o años de vida. Del mismo modo, considera que basta mirar el gran movimiento de apóstatas existente a nivel nacional que derivó en el pedido de desvinculación de la Iglesia Católica de al menos 1000 argentinos en marzo de este año, teniendo en cuenta que la misma implica la renuncia a la institución y no a la fe -para aquellos que creen en Dios- para entender el distanciamiento que existe entre ésta y la sociedad.

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Fuente: «El costo anual de sostener el ICAR» por Emiliano Lleras en ateomilitante.com.ar