Natalia Arias tenía 19 años y un bebé de apenas 9 meses. Había sido vista por última vez por su familia la moche anterior. Su cuerpo fue hallado cerca del Río Arenales en aparente situación de suicidio, aunque familiares y vecinos aseguran según el relato de su madre, Lidia López, que el cuerpo tenía diversos hematomas, que las uñas de sus manos se encontraban levantadas y que presentaba una aparente quemadura de agua de gran extensión.
Sin embargo, las dudas parten desde la misma autopsia que habría determinado que el deceso se produjo por asfixia, sin contemplar aparentemente los otros signos evidentes que habría presentado la víctima. También se observó que la data de la muerte de la joven que figura en la autopsia es a las 18 del 14 de julio, cuando la familia es informada que a las 15 de ese mismo día, ya le habían avisado sobre el hallazgo del cuerpo
López, descree además de lo que hasta ahora aparece como la versión oficial, porque Natalia era golpeada por su pareja, además de haber recolectado a través de testimonios extra judiciales lo que aparentemente habría ocurrido la noche anterior, en la que se desarrolló una fiesta, y en la que la joven habría sido golpeada y arrastrada por el suelo, lo que explicaría además diversos raspones que presentaría el cuerpo.
La madre de la joven también relató que al momento de dirigirse a la casa de quién fuera pareja de su hija, Roque Elisandro Santucho, de 18 años, para retirar a su nieto, éste salió ebrio de su domicilio y que sólo fue detenido un par de horas.
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