Buenos Aires

Pide detener al ex novio de su hija desaparecida

El 19 de junio, Diana Colman salió de su casa para encontrarse con su ex pareja. Desde entonces, nada se sabe de ella. Su madre le apunta a este hombre: “Primero negó el contacto y después dijo que la llevó en su auto”.diana_1_big

Un total de 107 días pasaron desde la desaparición de Diana Colman, una joven madre que el 19 de junio salió de su casa en Guernica para encontrarse con su ex pareja, sin embargo ya no regresó y desde ese momento nada se sabe sobre su paradero. La madre de la mujer exige que la justicia detenga al sujeto, que primero negó haber tenido contacto la jornada de la ausencia y luego debió reconocerlo porque así lo estableció un informe de llamadas telefónicas. Un dato, que suma sospechas, es que la cita entre ambos habría ocurrido para «conversar» porque la mujer estaba embarazada. Hasta el momento, la fiscal que instruye la causa no tomó medidas contra el hombre, argumentando que no hay pruebas para imputarlo, mientras profundiza la hipótesis de que la mujer abandonó a su hijo de 10 años para instalarse en Paraguay.

«La realidad es que el único sospechoso es este hombre, ex pareja de mi hija, que se llama JuanMarcelo Sardinas. Pero la fiscal me dice que no puede meterlo preso sólo porque yo tengo dudas. Antes de que pase esto no tenía nada contra él, pero no es común que fue el último que la llamó, a las 8.30 de la mañana, para luego encontrarse. Y mi hija estaba embarazada de él. No sabemos si la reunión fue para hablar de un aborto o algo así. Primero negó haberla visto, y después dijo que la levantó en el auto, estuvieron juntos y luego la dejó en la ruta. Mi hija no volvió a casa, y su celular se apagó estando con este tipo», dijo Isabel, madre de Diana, en declaraciones a DIARIO POPULAR.

 

La fiscal que lleva adelante la instrucción del caso es Cristina La Rocca, de la Unidad Fiscal de Instrucción 2 Descentralizada de Presidente Perón (Departamento Judicial La Plata). «Voy dos veces por semana a la fiscalía, con mucha gente que me acompaña, y me dicen que están trabajando. La fiscal me mostró el expediente, diciéndome que tiene nueve cuerpos. Pero la realidad es que ya vamos para cuatro meses y no hay nada. No sé dónde está Diana, o qué le hicieron», expresó la mujer.

Hasta el momento, hay pocas certezas sobre los pasos de Diana tras salir de su casa, en la mañana del 19 de junio. Una hipótesis de trabajo es que ascendió a un colectivo, pero sólo está afincada en testigos que dijeron haberla visto, porque su tarjeta SUBE no se activó esa jornada. «No creo que haya pagado con monedas el boleto, siempre tenía la SUBE cargada. Es muy confuso lo del colectivo, como todo en la desaparición», dijo Isabel.

Luego, la sospecha es que Diana bajó en la Ruta 201 y allí se encontró con su ex pareja Sardinas, un hombre de 41 años. «Subió a su vehículo, eso lo dijo el propio tipo en la causa. A mí me lo negó. Lo llamé en la madrugada del 20 de junio, porque mi hija no había vuelto a casa, y me dijo que no sabía nada de Diana. Mintió, porque luego un informe de las llamadas confirmó que habían hablado. En su declaración, finalmente dijo que estuvieron juntos y él la dejó en la ruta para que vuelva en colectivo. Pero ella jamás regresó», relató la madre de la desaparecida.

En el transcurso de la causa, Isabel se enteró que su hija cursaba un embarazo, producto de la relación con Sardinas. La pareja estaba distanciada tras convivir, pero seguían manteniendo un vínculo. «Nosotras sabemos que este hombre seguía casado, pero a mi hija le decía que estaba separado. Por eso creemos que el asunto del embarazo pudo ser el disparador de alguna situación relacionada con todo esto. No tengo dudas», dijo Isabel.

En ese marco, la mujer contó que «la fiscal dice que no tiene pruebas para meterlo preso, y se puso a investigar una posible fuga de hogar, entonces sospecha que Diana se fue a vivir a Paraguay, pero conozco a mi hija y jamás se hubiera ido de esta forma, aparte tiene a su hijo de 10 años, le estaba preparando su cumpleaños y lo llevaba a todos lados por un problema que el chico tiene en una mano».

«A nadie parece importarle lo que pasa con mi hija. Esto es porque somos gente humilde. Quiero saber la verdad. No puedo vivir más con esta angustia», cerró Isabel.

 

Imagen : agenciaparalalibertad.org