Organizan la «marcha de las putas» al Congreso

En julio miles de mujeres marcharán al Congreso Nacional pidiendo por la pronta sanción del registro de violadores. Lo harán en minifaldas, tacos y jeans ultra ajustados, bajo el slogan: ?La marcha de las putas?.

La marcha de las putas surgió en Canadá pero se propagó por toda América Latina. Este fin de semana serán las mexicanas del DF y otras ciudades del interior las que marchen en contra de la violencia machista, sacando a relucir sus mejores escotes y sus piernas.

Haciendo historia, todo comenzó el último 24 de enero cuando un policía canadiense, Michael Sanguinetti, dio una conferencia en la Facultad de Derecho de Osgoode Hall, en Toronto sobre cómo evitar la violencia sexual. La ira de las oyentes estalló cuando el hombre dijo: ?Las mujeres deberían dejar de vestirse como putas para evitar violaciones?. Dejó en claro, así, que para muchos representantes del sistema judicial canadiense la mujer es la culpable de que las violen o abusen de ella porque la ropa que usan provoca a los hombres. Esa creencia no es sólo propiedad del hemisferio norte. En todos los países, ante una violación, muchas veces la justicia o la policía ponen sus ojos en investigar a la víctima.

Entonces, comandadas por dos estudiantes de la universidad, Sonya Barnett y Heather Jarvis, las jóvenes canadienses marcharon por las calles de Toronto el 3 de abril. En otras ciudades como Melbourne Montreal, Seattle, Filadelfia y Londres copiaron la marcha, que finalmente llegó a América Latina.

En las próximas semanas se hará la marcha en Honduras y en Nicaragua. En todos lados pidiendo por la no discriminación de las mujeres, por penas altas a los violadores, por terminar con la violencia de género y la trata.

?No importa la vestimenta, el lugar, ni la compañía; nada justifica la imposición de relaciones sexuales o el acoso sexual?, argumentan las organizadoras en cada uno de los países

En la Argentina Flavia Baca Hubeid, una joven estudiante de 24 años es la organizadora de la marcha a la que adherirán las distintas agrupaciones que luchan por los derechos de la mujer.

Las mujeres quieren dejar en claro que no importa como se vistan, que de todas maneras merecen respeto. Más allá de pedir por el registro de violadores, que está frenado en el Congreso porque hay dos medias sanciones diferentes. Una que data de marzo del 2009, que la hizo Diputados en torno a un proyecto de la ex legisladora Nora César, pero ya en el 2008 otro proyecto había obtenido la media sanción en Senado.