?Nunca sé si volveré con vida a casa?

Son las palabras de Rosario Sansone, vicepresidenta de la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgénero de Argentina por Salta, para quien las fuerzas policiales más que un elemento de protección ha significado un cuerpo preparado para la represión, persecución y violencia física y sexual de quienes ejercen la prostitución.

Rosario, tiene sobrada experiencia para reafirmar lo que siente frente a una policía que en una oportunidad, no hace más de dos año, le disparó, produciendo 6 heridas de bala en su cuerpo, dos en sus glúteos y el resto en sus piernas, momento en el que según su relato se fraguó un enfrentamiento que nunca ocurrió y en el que su amiga Pelusa Liendro, única persona que la acompañaba fue golpeada salvajemente.

La vicepresidenta de ATTTA, recuerda con horror que al menos tres veces durante este año fue liberada de la Alcaidía en horas de la madrugada y debió someterse a cumplir favores sexuales de los uniformados para ser trasladada hasta el centro de la ciudad.

Junto a ?Pelusa? Liendro -la travesti asesinada en noviembre de 2006- , Rosario, de 31 años de edad, encabezó la lucha por la demarcación de una zona roja dentro de la capital salteña, sitio pensado para el resguardo físico de las mismas, que debería gozar de protección policial y evitaría cualquier tipo de perjuicios a los vecinos que actualmente viven en cercanías de los sitios adonde se ejerce la prostitución dentro de la ciudad.
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Sansone no puede dejar de recordar a su amiga y compañera de lucha, cuando la investigación policial ha determinado que el asesinato de ?Pelusa? ocurrió en manos de un hombre que mantenía una relación amorosa con la víctima. Cansada de la burocracia y conociendo la detención de dos personas por el crimen de Liendro, la travesti reflexiona y asegura que la muerte de su amiga ?encierra tantas aristas? que muchas veces descree del curso normal de la causa, puesto que las declaraciones incisivas de ?Pelusa? molestaban a las altas cúpulas policiales. ?Pedimos justicia por ?Pelusa?. No quiero más supuestos sino a los verdaderos asesinos tras la rejas y no algún chivo expiatorio?, aclara. ?Nos es difícil confiar en una policía justa, por toda la violencia policial que existe en Salta hacia las travestis?, prosigue, al tiempo que refiere que muchas deben abandonar la Provincia, debido al maltrato y las persecuciones que sufren. ?Las salteñas tenemos que emigrar para seguir sobreviviendo porque esta sociedad nos ha cerrado las puertas, nos ha metido presas, nos ha violado, nos ha matado?, sentencia.

?La policía nos viola y nos reprime?, afirma Sansone, destacando que la única posibilidad de recibir un mejor trato cuando son detenidas y trasladadas a la Alcaidía es ?a cambio de favores sexuales?.

?Tenemos derecho a la salud, a la vivienda, a un trabajo digno?, destaca.

La misma, afirma también, que además del maltrato policial son discriminadas en el ámbito laboral, incluso aquellas que tienen estudios universitarios, ya que Salta es una de las provincias más conservadoras.

La trabajadora sexual considera que tras cinco años de lucha y organización aún no existe un cambio y que espera que ?Salta la linda? se convierta definitivamente en ?Salta la justa?, slogan de la campaña de Juan Manuel Urtubey para llegar a la gobernación, ya que pese al cambio de autoridades, los vejámenes a los que se las somete no han cesado. También repara en que esta larga lucha no tuvo viabilidad por el esfuerzo de las travestis sino por la queja de los vecinos de Barrio Hernando de Lerma, zona en la que se ejerce la prostitución dentro de la capital salteña y cuya denuncia suscitó la reacción de toda la comunidad, fundamentalmente la de las autoridades que siguen penalizando el ejercicio de la oferta de sexo en la vía pública pero que nada manifiestan acerca de su demanda.