El canal privado húngaro N1 despidió a la periodista y aseguró que ésta «reconoció su acción, aunque no pudo dar explicaciones»
La reportera húngara que pateó y puso zancadillas a refugiados sirios que llegaban al país desde Serbia ha reconocido su acción, pero no ha querido dar explicaciones y no ha pedido perdón, informó el medio para el que trabajaba.
Petra László -reportera de la cadena de televisión N1, cercana al partido de extrema derecha Jobbik- puso la zancadilla a un hombre que corría con su hijo en brazos en su huida de un control policial en Röszke, tras pasar allí la noche en condiciones precarias.
En otras imágenes se la ve pateando a varios refugiados, incluida una niña.
En la red social Facebook se ha abierto la página «Muro de la vergüenza Petra László», en ella se recogen las notas publicadas sobre el caso en el mundo, desde Estados Unidos hasta España y los países árabes, en las que los usuarios critican el comportamiento de la reportera.