Cinco mujeres inmigrantes centroamericanas buscan que el gobierno federal les pague una indemnización de millones de dólares por daños y perjuicios, bajo el argumento de que sufrieron daño físico y psicológico el tiempo que estuvieron detenidas junto con sus hijos, según documentos presentados el lunes ante la corte.
Andrew Free, un abogado de inmigración de Nashville, Tennessee, que representa a las mujeres, presentó un reclamo por agravio contra el Departamento de Seguridad Nacional en el que aseguró que ellas y sus hijos recibieron tratamiento médico inadecuado, sufrieron trauma psicológico cuando estuvieron en detención y en algunos casos fueron encarceladas por error.
El reclamo acusa además a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza y al Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus iniciales en inglés). El ICE supervisa dos instalaciones de detención en el sur de Texas y en una en Pennsylvania, en las que están detenidas actualmente unas 1.400 personas.
El documento fue presentado apenas unos días después de que el gobierno se opuso al fallo de un juez federal que ordenó la libertad inmediata de los niños y sus madres. Las autoridades gubernamentales argumentan que tienen la intención de convertir las instalaciones en centros de procesamiento de corto plazo y que limitar el tiempo de detención de las familias podría desencadenar otra oleada de inmigrantes de Centroamérica.
Decenas de miles de familias de inmigrantes, en su mayoría centroamericanas, cruzaron el río Bravo (río Grande) hacia Estados Unidos a mediados del año pasado. Muchas han solicitado asilo después de haber huido de la violencia familiar y la violencia de las pandillas en sus países.
Gillian Christensen, vocera del ICE, se negó a comentar sobre el litigio pendiente debido a que es la política de la agencia. Pero dijo que la dependencia gubernamental asegura que los centros operan en un «ambiente abierto» y son «una alternativa efectiva y humana para mantener la unidad familiar mientras las familias pasan por los procesos de inmigración o esperan regresar a sus naciones de origen». Las instalaciones proporcionan acceso a áreas de juego, servicios de educación, de atención médica y asesoría jurídica, señaló.
Funcionarios del ICE han dicho que era necesario detener a las familias para asegurarse de que no se introdujeran al país y no se volviera a saber de ellas.
Imagen : sipse.com