Crímenes de lesa humanidad

Médica reveló que atendió a parturienta con ojos vendados en dictadura argentina

Una médica reveló el miércoles que había atendido a una parturienta que tenía los ojos vendados en una sala de partos clandestinos de detenidas políticas en un hospital militar durante la dictadura argentina (1976/83).parturientas

«Fui a la sala de partos, la señora estaba con los ojos vendados, luego se la internó en el servicio de Epidemiología» del Hospital Militar de Campo de Mayo, dijo la médica Silvia Cecilia Bonsignore de Petrillo al prestar testimonio en el primer juicio contra profesionales de la salud que colaboraron con el régimen militar.

Tras una semana de audiencias, en la jornada prestaron testimonio dos médicos, una obstetra y un enfermero y todos coincidieron en que algunas parturientas se derivaban a Epidemiología, cuyo ingreso estaba restringido por un uniformado.

Pese a las anomalías, todos aseguraron que en ningún momento sospecharon que eran detenidas y que sus superiores les prohibían hablar con estas pacientes.

«Los civiles no sabíamos nada», insistió Petrillo ante el Tribunal Oral Federal Nº 6 de la capital argentina.

Mientras tanto, la obstetra Cristina Ledesma reveló que tenían instrucciones de tratarlas como NN (persona desconocida) y no dejar registro escrito de las madres ni de los bebés.

«Ellas solamente querían tener a sus hijos al lado. Algunas los ponían en la cuna, otras sobre su regazo», afirmó la doctora, quien manifestó que ninguna de las pacientes hablaba con los profesionales.

En la causa están imputados el dictador Reynaldo Bignone y el excomandante Santiago Riveros, quienes ya fueron condenados por otros crímenes de lesa humanidad, así como los médicos militares Norberto Bianco y Raúl Eugenio Martín y la obstetra Yolanda Arroche de Sala García.

Según estimaciones de organismos defensores de derechos humanos durante la dictadura, unos 500 bebés fueron robados al nacer bajo el cautiverio de sus madres y entregados a apropiadores que los inscribieron como propios.

Uno de los últimos fue Guido Montoya Carlotto, nieto de la presidenta y fundadora de Abuelas, Estela de Carlotto, hallado en agosto pasado.

 

Imagen : icad.latinoamerica.blogspot.com