A 34 años de lo que la Junta Militar denominó «Proceso de Reorganización Nacional», integrantes de diferentes asociaciones destacaron que el informe de la CONADEP, elaborado en democracia excluyó la cifra de las desapariciones y persecuciones de aquell@s que sufrieron las consecuencias del aparato represivo por tener una orientación sexual diferente a la normatividad heterosexual, siendo acallados los incipientes movimientos «homosexuales» y silenciados los asesinatos y persecuciones de gays, travestis, lesbianas y transexuales, que pudieron ser contabilizados en 400 casos a través de los mismos relatos que figuran en el libro NUNCA MÁS, y de los testimonios que allí se recogen.
La conclusión se dio en la mesa panel ?La persecución de la diversidad sexual durante la última dictadura. Memorias de la vida cotidiana de gays, lesbianas y trans en Salta 1976 ? 1983?, organizada por el INADI Delegación Salta; ATTTA Salta; Asociación Dr. Miguel Ragone; ALUDis; Comisión de la Mujer de la U.N.Sa. y el Observatorio para la promoción de derechos de la diversidad sexual.
En referencia a esto, Rodrigo Liendro de ALUDis, militante además del Partido Socialista, sostuvo que más allá de esta exclusión en el listado de la CONADEP, este colectivo que sufrió el terrorismo de estado, sigue luchando para no ser invisibilizado, y especialmente para dejar de estar sometido a persecuciones de las fuerzas de seguridad.
A su turno, la delegada del INADI por Salta, abogada Verónica Spaventa, destacó que según el mapa confeccionado por dicho instituto, el mayor porcentaje de dicriminación se da por identidad sexual, especialmente en relación a las fuerzas de seguridad, lo que implica «la continuidad y vigencia de prácticas discriminatorias».
Más tarde, Fernando Pequeño, por la Asociación Dr. Miguel Ragone, destacó que durante la década del ’70 y especialmente al sobrevenir el último golpe militar en Argentina, «la sociedad no se encontraba preparada para la diversidad de ningún tipo», señalando que no es casual que por ello exista una «memoria fragmentada de la diversidad».
Por su parte, Matías Hessling del Observatorio para la promoción de derechos de la diversidad sexual, mencionó el análisis llevado adelante sobre medios gráficos de aquella época como El Intransigente y diario El Tribuno, manifestando que en años anteriores al derrocamiento de María Estela Martínez de Perón, muchos titulares y contenidos remitían a «amorales que vestían prendas femeninas», dentro de las secciones de policiales, que más tarde fueron omitidas en numerosas publicaciones, durante los años 78, 79 y 80, tiempo, en el que se determinó como guardan en sus páginas estos matutinos, que incluso para participar de los corsos y no ser detenid@s, debía portarse un carnet.
También se brindó el testimonio de René, un tucumano que conoció de cerca como much@s de sus amig@s fueron perseguid@s y desaparecid@s, por no coincidir con el modelo heterosexual y europeizante que quería instaurar la dictadura.
Finalmente, y como cierre, Liendro destacó la politización de los movimientos sexuales y la exclusión y marginación económica y social que padecen en su mayoría, quienes no se ajustan a estos patrones impuestos aún hoy en nuestra sociedad, y la violencia vertical que no afecta de igual manera a aquell@s que acceden a una mejor calidad de vida, por distinta que sea su orientación sexual.
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