En el marco de la V Marcha del Orgullo de Lesbianas, Gays, Trans y Bisexuales y de lucha por la no violencia en contra de todas las mujeres (lesbianas, heterosexuales, bisexuales y trans), las mujeres lesbianas exigimos que se garanticen nuestros derechos a la dignidad, igualdad, inclusión y no discriminación.
El reclamo que hacemos al Estado, principalmente al de la Provincia de Salta, consiste en:
? Que se nos garantice el derecho a vivir en libertad, que supone el desarrollo de la personalidad, identidad e integridad física, psicológica y moral.
? Pedimos no ser sometidas sin libre consentimiento a tratamientos médicos o científicos (psicólogos, psiquiatras, etc.) para modificar la orientación sexual.
? Entendemos que debe instrumentarse el reconocimiento a las parejas de lesbianas para recibir beneficios de las políticas de seguridad social, especialmente en lo referente al derecho de las lesbianas y sus parejas a acceder a los programas de vivienda del Estado.
? Exigimos el reconocimiento constitucional y civil de los diferentes tipos de familias y uniones afectivas que existen en la sociedad.
? Que se garantice el derecho a expresar afecto públicamente sin coacción ni sanción alguna.
? En el ámbito educativo y laboral demandamos que se nos asegure el derecho a no ser maltratadas física ni psicológicamente, ni a ser expulsadas ni despedidas del sistema educativo y de los lugares de trabajo por nuestra orientación sexual.
? Reclamamos al Estado Planes de igualdad de oportunidades y la incorporación de campañas públicas contra el estigma, los prejuicios y la discriminación hacia las lesbianas.
? A las autoridades judiciales demandamos la protección efectiva de las lesbianas y la debida celeridad en el trámite de sus denuncias por el delito de la discriminación por orientación sexual.
? Exigimos la incorporación en el currículo escolar de la enseñanza de los derechos humanos y la no discriminación por orientación sexual e identidad de género.
En nuestra provincia hay escuelas donde las jóvenes son expulsadas por su orientación. En algunos hospitales tampoco se nos quiere atender y tenemos casos de mujeres chantajeadas o expulsadas de sus lugares de trabajo por manifestar una elección sexual.
Es por esto que ALUDIS como asociación en lucha por la diversidad sexual y la Secretaría de Diversidad Sexual del Partido Socialista busca generar conciencia sobre los abusos y discriminación que sufrimos las mujeres ya sea por género, origen racial, étnico, de clase, o de identidad sexual.
Nuestro Estado, y sobre todo el la provincia de Salta, no tiene en cuenta los fundamentos internacionales de Derechos Humanos sobre los Derechos de Género y Sexualidad.
El Art. 5º de la Convención para la Eliminación de toda forma de discriminación contra la Mujer estipula que los gobiernos son responsables de implementar medidas apropiadas para erradicar los estereotipos culturales que resultan en la subordinación de las mujeres, haciéndolas más vulnerables a las amenazas de violencia.
La declaración de Beijing y la Plataforma de Acción reconocen que los derechos humanos de la mujer incluyen el derecho a controlar y decidir libremente su sexualidad, lo que incluye la salud sexual y reproductiva, sin coerción, discriminación y violencia.
En nuestro país la participación en la vida política, social y cultural comunitaria que tienen las mujeres que resisten las normas de género está severamente limitada por los temores bien fundados que tienen de volverse víctimas de la discriminación o la violencia que resultan de las percepciones o realidades existentes sobres sus identidades sexuales.
Llevamos adelante la lucha en contra de la regulación de la sexualidad femenina, hecho que se manifiesta en todas las culturas con normativas que frecuentemente son específicas al género. Tal regulación se preserva a través de ciertos mecanismos (legales o reales) estrictos que son impuestos a las mujeres por medio de normas culturales tales como los matrimonios, los embarazos forzados y la perpetuación de la creencia que las mujeres, especialmente las casadas, están siempre disponibles para el sexo -voluntario o no.
La comunidad, la cual incluye a instituciones religiosas, medios informativos, las redes familiares y culturales, regulan la sexualidad femenina en muchas formas y castiga a las que no se conforman. Entre esas mujeres nos encontramos nosotras las lesbianas mujeres que tratamos de ejercer nuestros derechos, las que nos oponemos al patriarcado, a la heteronormatividad, etc.
Nosotras las lesbianas, como otras mujeres, también sufrimos en nuestras vidas privadas. En algunos casos existen violaciones, golpizas, embarazos y matrimonios forzados que mujeres lesbianas han sufrido, así como los ataques que sus propios familiares le han ocasionado para castigarlas o ?corregirles? la identidad sexual.
Ante esta problemática ALUDIS y el Partido Socialista luchamos por la reivindicación de los derechos de las mujeres, para que no seamos vulnerables ni invisibilizadas y ser libres de expresar nuestra sexualidad.
*Gabriela Veleizán
Sec. de la Mujer
ALUDIS (Asociación en lucha por la diversidad sexual)
Partido Socialista
FOTO: Marta César