Género, poder y política

La misoginia rapaz ante el dolor

No se hizo esperar la misoginia rapaz, empezó a manifestarse como quien se relame frente al dolor ajeno. Rosendo Fraga ya pretende cambiar la agenda del gobierno de Cristina Fernández, desconociendo la capacidad política de la máxima autoridad de Argentina. Desde su ropa, sus pinturas, su voz, carácter todo ha sido motivo para descalificar a la primera mujer que llega a la a ser Jefa de Estado. En dictadura fueron consideradas ?locas?, en democracia es una cuestión de carácter ?crispado?.

¿Pueden analizarse las relaciones de poder y el ejercicio mismo de la presidencia sin atraversarlo desde una perspectiva de género?. Creo que no. Todavía las mujeres que ejercemos el periodismo desde un enfoque de género nos cuesta sumar esta categoría de análisis en contexto que, como el político están hegemonizados por una lógica patriarcal.

Cuando asumió Cristina Fernández la presidencia en Argentina en diciembre de 2007, editorializamos en Urbanas en red los cambios que sobrevendrían en la Rosada. Cambiaba el lenguaje, aún cuando no estuvieramos frente a una mujer política ligada al feminismo, pese a ello circularon las burlas cuando ella utilizaba un lenguaje no sexista para comunicarse el interlocutor más válido: el pueblo.

Desde aquella emoción de ver por televisión que, por primera vez asumía la presidencia una mujer, una militante política, que había pasado por distintos cargos públicos hasta llegar a la más alta investidura en la Argentina: ser presidenta hasta hoy, día de profundo dolor inconmesurable para ella y sus íntimos, sumado al dolor de un país, han pasado muchas cosas en el pais. Con sus más y sus menos nadie puede dejar de reconocer que el ex presidente Néstor Kirchner, fue uno de los políticos que marcó la agenda desde la debacle de la Alianza hasta aquí.

Lo que resulta increíble que en este preciso momento de tanto dolor para quien ha perdido a su compañero de vida, de militancia, algunos gurúes de la derecha impregnada de misoginia, como Rosendo Fraga diga ?sin Kirchner, Cristina puede asumir el poder?. el porqué de esta afirmación, puede tener varias lecturas. Sin embargo, hay una que los medios desde una práctica tradicional ligada al patriarcado no realizarán y, que tiene que ver con analizar las relaciones y el ejercicio del poder desde una perspectiva de género.

Se ha intentado desde el bloque de poder de la derecha barrer con el gobierno de CristinaFernández apenas iniciada su gestión. Las decalificaciones desde el primer momento centradas en su condición de mujer. Si se vestía de tal o cual forma, si se pintaba así o asá, los costos de las carteras, hasta llegar al extremo de hacer una tapas de la revista Noticias, con las piernas de la presidenta, o la extrema de poner el rostro de la presidenta golpeado, con lo caro que es esa representación a la mayoría de las mujeres.

Queda claro, que la misoginía, la intolerancia hacia el ejercicio de poder de una mujer llega a límites, donde se le desconozca que efectivamente ella ejerce poder, que toma decisiones y que la avala una trayectoria militante. Que seguramente podemos acordar con todas, o algunas de sus medidas, pero nunca con el destrato de quien es la máxima autoridad del país.

La derecha, esta vez se no respaldó en los cuerteles, pero sí con las redacciones de las corporaciones mediáticas fomentando un clima de desestabilización, haciendo de las narraciones periodísticas en cualquiera de sus formatos un arma para combatirla. Las mujeres entendemos porque nuestras batallas son lentas, pero perseverantes. Cristina Fernández, perservó y soportó uno de los paron patronales más duros que vivió la Argentina. Ninguno de estos patrones se molestaron en los noventa cuando las pérdidas de fuentes de trabajo y de las empresas nacionales eran siderales para el futuro del pais.

Las expresiones descalificatorias de ?yegua?, ?montonera? , ?matrimonio presidencial? frase que pretendió licuar la referencia política en ejercicio del poder, fueron apenas algunas que utlizaron sus detractores/as para desconocer sus capacidades, no escuché a ningún/a dirigente salir a contestar estas prácticas antidemocráticas y misóginas. Sí, en las redes sociales de mujeres feministas de la oposición como Diana Maffia.

La misoginia encarnaba por Fraga, en su columna on- line de La Nación, que no puede asumir que la agenda política la dirije una mujer pretende imponer en este momento cambios en el rumbo, sostiene en su artículo la subordinación de Cristina al ex presdiente, invalidando la decisión de ella a asumir como propio un estilo de gobernar. Queda claro que esto no es ignorancia, sino una expresión ideológica que invisibiliza a las mujeres y, a la presidenta en particular en el ejercicio del poder.

Con el transcurrir de los días podremos analizar como los medios de comunicación van tejiendo los discursos después del fallecimiento de Néstor Kirchner y cuál es el trato que tienen para la jefa de Estado, Cristina Fernández. Ante la pérdida de una figura importante en el escenario político de Argentina, el análisis desde una perspectiva de género no puede soslayarse frente a esta situación CFK pensando en los intereses de los sectores que pretenden condicionar su gobierno, que en definitiva es la democracia argentina.