«La Iglesia le dio la espalda a Pelusa»

Esas fueron las palabras de Rosalina Liendro, hermana de «Pelusa» Liendro, al referirse a la actitud de Monseñor Mario Cargnello, cuando el debate por la instalación de la zona roja en Salta, semanas antes del asesinato de la travesti pusiera el tema «en el ojo de la tormenta».

«Pidió la ayuda de la Iglesia y la Iglesia le dio la espalda a través de Cargnello», recuerda, mientras se lleva adelante el juicio oral público por este brutal asesinato, ocurrido el 29 de noviembre de 2006.

«La Biblia dice que amarás a tu prójimo como a ti mismo pero día a día vemos la corrupción de la Iglesia y el ejemplo de los sacerdotes, muchos de los cuales son violadores», señala y agrega, que los curas»no están para discriminar sino para darles la mano a tod@s».

«Pelusa habló demás»

Rosalina recuerda que «Pelusa», vivía con temor, especialmente hacia las represalias que podía tomar contra ella la policía provincial, después de que expusiera públicamente en más de una oportunidad, el trato que recibían prostitutas y travestis, al quedar alojadas en alguna dependencia de esta fuerza.

«Su lucha se basaba en contra de la brutalidad policial, las coimas y los favores sexuales», menciona, al tiempo que expresa el incansable trabajo que «Pelusa» desarrollaba para prevenir enfermedades de transmisión sexual y buscar una sociedad más plural y equitativa.

Relata asimismo, que era tanto el temor que tenía «Pelusa» por su militancia y participación en cámaras ocultas que daban cuenta del accionar policial, que estacionaba su auto en diagonal a su domicilio y lo abordaba corriendo por miedo a ser interceptada en ese breve camino.

Vinculan el crimen al poder político y las fuerzas de seguridad

Pese a que en estos momentos se juzga la participación de Silvio Elías Soria y Sergio Alfredo Núñez, por homicidio simple, mientras que por encubrimiento se encuentra acusado un menor de edad, la familia sigue sosteniendo otra hipótesis, considerando que en realidad, el asesinato tuvo otro móvil y no el relatado por los imputados.

En sus apariciones mediáticas, «Pelusa» había señalado que esa misma gente que cuestionaba la prostitución y la instalación de la zona roja era la que solicitaba sus servicios, vinculando, sin dar nombres, al poder político y judicial y a profesionales aparentemente reconocidos en la provincia.

Es por ello, que la familia descree de las declaraciones de estos jóvenes, que premeditaron su accionar robando y vendiendo un par de zapatillas, para acceder más tarde, a través de ese dinero, al cuchillo con el que asesinaron a ?Pelusa?.

En esta misma línea, sus familiares, consideraron que es rebuscado afirmar que el asesinato de Liendro se llevó a cabo por un presunto contagio de SIDA, cuando ni ella, ni ninguno de los implicados contrajeron la enfermedad, especialmente si se tiene en cuenta, que al momento del crimen, la Provincia dispuso una recompensa para esclarecer el asesinato de una persona que era ?discriminada?, ?perseguida y maltratada? por su elección sexual.

Otro hecho inexplicable que aducen las personas cercanas a la víctima, es que los tres jóvenes, provenientes de familias de escasos recursos cuenten con el patrocinio de abogados cuyos honorarios son elevados, como los hermanos Cuellar, Marcelo Arancibia y el mediático Santiago Pedroza.

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