Sobrepeso y obesidad

La concepción de belleza «no supera los 50 kilos»

Quienes brindaron su testimonio a La Otra Voz Digital, acerca de como se vive siendo obes@ en Salta, refirieron entre otras cosas que les cuesta ser incluid@s en muchos ámbitos y señalaron que esa es una forma de discriminación que viven a diario, en todo tipo de actividades. «La belleza en Argentina difícilmente supera los 50 kilos?, fue una de las frases referida por una de nuestras entrevistadas, para ilustrar de qué manera la sociedad l@s excluye.

En este sentido, desde la delegación Salta del Instituto Nacional contra la Discriminación, el Racismo y la Xenofobia (INADI) advirtieron que en diversas encuestas realizadas durante el año, l@s salteñ@s perciben ser discriminad@s en un gran porcentaje por sobrepeso y obesidad.

Si bien no hay estudios específicos, la titular del organismo en la Provincia, dra. Verónica Spaventa, destacó que hay muchas situaciones en las que fundamentalmente como modo de discriminación se da la no contemplación de las personas en determinadas situaciones, ya que no todos los espacios de uso público o comercial se encuentran diseñados para contemplar a tod@s.

En esta misma línea, Spaventa consideró, que si bien las percepciones de discriminación por obesidad son elevadas, no ocurre lo mismo al momento de denunciar un hecho puntual, ya que muchas veces no es fácil para quien esta siendo vulnerad@ tomar la iniciativa de acudir al organismo y realizar la consulta.

Siguiendo este camino, y como se mencionara anteriormente, en un relevamiento desarrollado por este medio en la ciudad de Salta, se pudo advertir y comprobar que en confiterías, cines, teatros y peluquerías la mayor parte de los espacios son reducidos, incluso los baños, ya que en muchos casos no se prevé ni siquiera la inclusión de personas que tengan alguna discapacidad motriz.

Sobre esto, Mara, una mujer de 35 años, y con obesidad mórbida refirió que de uno u otro modo en cuestiones que hasta parecen ser frívolas la sociedad tiende a excluir a las personas con obesidad.

?Las peluquerías por ejemplo, no tienen sillones adaptados para aguantar mi peso, ni tampoco para que pueda sentarme cómodamente como cualquier otra persona, porque todo está diseñado para gente delgada y much@s no encajamos en ese parámetro?, resaltó.

?La obesidad es una enfermedad, pero nadie lo entiende. Creen que somos gord@s y felices porque no nos privamos de nada pero en realidad vivimos luchando por ser incluid@s, aceptad@s y eso no pasa ni siquiera en el uso de servicios o en los espacios de recreación, en cines, teatros, confiterías, etc. porque todo se diseña cada vez con medidas más pequeñas y con materiales menos resistentes, pero creo que es también porque el gord@ no vende y esta es una sociedad de la imagen, adonde ser extremadamente delgado es sinónimo de belleza.?

Para Graciela, la situación no es extraña, ya que según ella existe contradicción incluso en la sociedad de consumo ?que por un lado te incita a consumir productos hipercalóricos y en otro sentido te presiona para que entrés en un talle 24?.

?Yo salgo, porque tengo que vivir y seguir, con muchos kilos más o muchos kilos menos que es mi gran deseo. El tema es que no puedo a veces ni siquiera usar los sanitarios del lugar al que fui a tomar o comer algo porque hasta para una persona flaca sería difícil manejarse en ese espacio reducido?, advirtió.

María José manifestó: ?Lo mismo, me pasa en el cine, por ejemplo, y ya no voy porque las butacas no son tan amplias y mi estructura física me impide sentarme tranquila como cualquier otr@ que no tenga mi peso?.

?Ni que hablar cuando quiero invertir aunque sea unos pesos en verme mejor y por ahí quiero arreglarme el pelo o hacerme las manos. Tengo que buscar y buscar no sólo un sillón en el que mi cuerpo pueda entrar sino también que resista mi peso. Parece gracioso pero no lo es y a much@s nos ha pasado que se nos rompa una silla, puesta improvisadamente para poder atendernos y todo eso, aunque el gord@ públicamente se ría de sí mismo es muy duro de vivir?, agregó.

Sobre el caso de Natalia Farías, una joven que había denunciado públicamente ser discriminada en una escuela de peluquería por ser obesa, Graciela y Mara, concluyeron que muchas veces recibieron un trato poco cordial o escucharon como respuesta de quien debía atenderlas ?que estaba muy ocupad@ o que había gente que tenía turno y que llegada de un momento a otro?.

?Es habitual que eso pase. Te ponen excusas porque hay un gran rechazo no sólo por nosotr@s, sino por todo lo que no encaje perfectamente con lo que la sociedad demanda. Nos pasa en todos lados y te aseguro que es más duro si se es mujer porque a nosotras se nos exige desde siempre ser bellas y la belleza en Argentina difícilmente supera los 50 kilos?, concluyó Graciela.

IMAGEN: laislatuerta.org