Juicio por el asesinato de Lidia Quipildor

Desde el lunes 22 de septiembre se lleva a cabo en la Sala de Grandes Juicios de la Ciudad Judicial de la capital salteña las audiencias por la violación seguida de muerte de Lidia Quipildor, asesinato que se concretó en el dique Las Lomitas tras los festejos del día de la primavera en 2006.

Según consta en el expediente, los imputados que se encontraban alcoholizados, violaron a Quipildor y cuando ésta se desmayó la trasladaron hasta una zona cercana a su domicilio, lugar en que la víctima fue estrangulada con un cinturón y en el que su cuerpo fue hallado 9 días más tarde.

El tribunal a cargo del juicio esta presidido por el juez Bernardo Ruiz, junto a los vocales Angel Longarte y Carlos Pucheta. El fiscal Félix Elías representa al Ministerio Público, mientras que Arnaldo Estrada es el abogado querellante que patrocina a la familia de la víctima.

Por el hecho están acusados por abuso sexual con penetración agravado por el número y homicidio calificado, Paulino Miguel Saravia de 34 años, su primo Elías Emanuel Saravia de 19, y Nelson Matías Garnica de la misma edad que éste último. Rafael Alberto Soria, Froilán Francisco Nieto y Gabriela «Gachi» del Milagro Cejas están implicados por encubrimiento.

Al respecto el querellante asegura que se trata de un caso complicado en cuanto al número de personas que se encuentran involucradas en el hecho, más teniendo en cuenta que los delitos sexuales ?son difíciles de probar en cuanto se cometen fuera de la vista de otras personas?. Estrada agrega también que hasta ahora es poco probable tener un panorama claro porque el juicio recién empieza y tiene un plazo de extensión mínima hasta el 10 de octubre, dada la cantidad de testigos citados a declarar. El letrado también relata que la declaración de Soria, distinta de la presentada en un principio, había sido prestada con mucha minuciosidad, hecho que más tarde el acusado intentó desmentir relatando que la misma se había producido a través de apremios ilegales.

Cabe destacar que varios de los testimonios brindados hasta ahora ingresan a abordar la moralidad de la víctima, cuando los hechos son contundentes y una persona ha sido violentada sexualmente y posteriormente asesinada.