La Red Nacional de Jóvenes y Adolescentes para la Salud Sexual y Reproductiva ?RedNac, que desde 1989 coordina la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer ? FEIM, evaluó los espacios de atención de la salud destinados a adolescentes y jóvenes y realizó un informe detallando los problemas detectados y sus propuestas para resolverlos. El informe fue presentado por el grupo de jóvenes a los responsables provinciales del Programa Nacional de Salud Integral en la Adolescencia del Ministerio de Salud de la Nación y de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), quienes escucharon sus ideas y se comprometieron a continuar el diálogo en mesas de trabajo provinciales.
La reunión entre el grupo de jóvenes y las autoridades sanitarias se realizó el viernes 14 de diciembre en la sede de la SAP, en la Ciudad de Buenos Aires, como cierre del proyecto ?Adolescentes y jóvenes promoviendo su salud?, realizado por la RedNac/FEIM con el apoyo de UNICEF Argentina. ?Un resultado muy importante fue que para el año próximo las autoridades se comprometieron a crear mesas de gestión provinciales tripartitas, integradas por el Programa Nacional de Salud Integral en la Adolescencia, la SAP, y jóvenes?, resaltó Pamela Martín García, coordinadora de la RedNac/FEIM, y agregó que la red de jóvenes fue invitada a participar del Congreso de Salud Integral del Adolescente, en mayo de 2012, donde se revisarán los avances en estos temas.
Durante este proyecto, la RedNac/FEIM analizó en siete provincias si los servicios públicos de salud garantizan los derechos a la salud y en particular a la salud sexual y reproductiva de los adolescentes, desde una perspectiva de género y derechos humanos. Los grupos juveniles visitaron hospitales, centros de salud y consultorios con atención especial para adolescentes en Santa Fe, Formosa, Chaco, Santiago del Estero, Salta, Catamarca, y Tucumán. Además, realizaron entrevistas a profesionales y actividades con adolescentes.
El informe revela que en algunos lugares el acceso a métodos anticonceptivos aun es restringido para las y los adolescentes. Los jóvenes constataron que hay casos en que no se garantiza la entrega de preservativos de manera confidencial, están lugares de difícil acceso o se entregan en poca cantidad (1 o 2 por persona). Además, comprobaron que no siempre hay anticoncepción hormonal de emergencia en las guardias y muchas veces se requiere pedir un turno o ir a la consulta para acceder a los mismos, retrasando la toma. ?En algunos lugares hay que recorrer el hospital sin que nadie sepa dónde se pueden conseguir preservativos, muy pocas veces ofrecen el DIU como método anticonceptivo o solicitan ir acompañados con un adulto para la consulta?, asegura el informe.
Las dificultades identificadas por la RedNac/FEIM en distintos servicios especializados en adolescentes fueron muchas, entre ellas: que la atención es ?muy reducida en horarios y personal?; que la mayoría de los profesionales se especializa en ginecología, excluyendo la atención a los varones y por problemas de salud no ginecológicos; que falta personal de medicina generalista, psicología, trabajo social, odontología, urología y educación de la salud; que no hay difusión de los consultorios y servicios para adolescentes y es mala la señalización en los hospitales; que hay poca articulación con las escuelas para implementar la educación sexual integral; que muchos de los materiales refieren a prácticas heterosexuales en contextos urbanos y no contemplan la diversidad en la identidad sexual ni las realidades locales.
El informe reconoce a su vez avances en las políticas sanitarias dirigidas a adolescentes, como la elaboración por parte del Ministerio de Salud de la Nación de lineamientos de atención a esta población para los equipos de salud, especialmente la Guía de Recomendación para la Atención Integral a Adolescentes en Espacios Amigables y de Calidad, publicada en 2011 junto a la SAP. Sin embargo, los grupos juveniles de la RedNac/FEIM comprobaron que las guías ?no son conocidas por los efectores de la salud, ni por los usuarios?.
Adolescentes y jóvenes consideraron que un servicio de salud es amigable cuando: es accesible tanto geográfica (cercano al domicilio o la escuela) como económicamente (gratuito para quienes no tienen obra social o prepaga), y con horarios de atención flexibles; cuando la atención es amable, sin discriminación, resuelve dudas y acompaña con otras actividades culturales y recreativas; es eficaz y sin barreras («que no te paseen todo un día por el hospital por una consulta», que tenga profesionales disponibles, medicamentos y anticonceptivos); cuando es equitativo y con igualdad de oportunidades (que atienda a mujeres y varones y se incluya la diversidad sexual), cuando la atención es multidisciplinaria, y con leguaje claro y sin prejuicios.