La Otra Voz Digital Directora Marta César
Es la primera causa en Salta que llega a juicio sin el cuerpo de la víctima. Su pareja, José Aramayo, está señalado como presunto autor del homicidio.
Inicia hoy el juicio por la presunta muerte de Marcela Mamaní, desaparecida desde febrero de 2012. Se trata de una jornada inédita porque es la primera causa que se investiga en Salta sin el cuerpo de la víctima.
Si bien el cuerpo aún no fue hallado, se juzgará a la pareja de Mamaní, José Aramayo, como presunto autor del homicidio, luego que la joven lo denunciara por episodios de violencia de género. La Justicia había ordenado una medida de restricción pero no se cumplió. El principal acusado estuvo detenido por el hecho, pero se le dictaminó la falta de mérito y fue liberado.
Aramayo está imputado por el delito de homicidio simple ya que por la fecha de los hechos la figura penal del femicidio no lo alcanza porque rige desde diciembre de 2012. La causa fue elevada a juicio el 9 de marzo del año pasado y hoy iniciará la jornada de debate en la Sala III, presidida por Pablo Farah y los vocales Carolina Sanguedolce yAmadeo Longarte, y se extenderán hasta el 26 de enero. Se prevé que 20 testigos aporten su testimonio.
El fiscal penal Pablo Paz indicó que en la primera audiencia están citados cinco testigos, entre ellos el padre de la joven, una de sus hermanas, dos cuñados y un guardia de seguridad del boliche al que concurrieron la última noche en que se vio a Marcela Mamaní.
El abogado querellante será Pedro Arancibia y la defensa estará a cargo de los abogados Federico Magno y Pablo Calisaya.
¿Dónde está Marcela?
Marcela Mamaní fue vista por última vez el 16 de febrero de 2012 por sus vecinos del barrio Pablo Saravia. Diez días después, su madre -fallecida pocos meses atrás- denunció la desaparición y señaló a Aramayo como principal sospechoso argumentando los episodios de violencia que padecía su hija.
La doctrina y la jurisprudencia jurídica han establecido que se puede efectuar un juicio por homicidio aunque no haya aparecido el cuerpo de la víctima, siempre y cuando las pruebas seas idóneas, certeras y racionales.
Imagen : eltribuno.info
