Sergio Vera fue hallado culpable por el crimen de Marisa Cárdenas. La mujer fue estrangulada y tirada en el parque Sarmiento. Una nena de 6 años quedó huérfana.
«Yo no maté a Marisa Cárdenas y le pido perdón a Dios por las personas que han venido a mentir”. Con esas palabras, Sergio Alejandro Vera hizo uso de sus últimas palabras en la última audiencia del juicio. Acto seguido, el tribunal se retiró y, cuando regresó, le impuso una durísima pena de prisión: 20 años de cárcel efectiva.
Esposado, el asesino fue retirado de la sala de la Cámara 6ª del Crimen de Córdoba. Los familiares de la víctima expresaron su satisfacción al considerar que se hizo justicia.
Según la causa, Sergio Vera ahorcó con una bufanda a su expareja, Marisa Cárdenas, el pasado 19 de agosto de 2011. El hombre había citado a su expareja con el ardid de que iba a darle el dinero para la hija de ambos, como parte de la cuota alimentaria. El hombre había citado a la mujer en proximidades del CPC del barrio Villa El Libertador. Finalmente, la mujer fue hallada asesinada en el parque Sarmiento.
Marisa fue asesinada con una bufanda que el hombre le había regalado un mes, antes por el Día del Amigo y que le había hecho llegar a través de la hija en común.
Vera fue condenado por homicidio simple. No se le aplicó ningún agravante porque, primero, no estaban casados, y porque el crimen ocurrió antes de que se incorporara la figura de “femicidio” como una calificación al Código Penal.
Si hubiera sido condenado por femicidio, le habría correspondido la prisión perpetua.
Hasta último momento, Sergio Alejandro Vera dijo ser inocente. Su abogado lanzó ante el estrado la tesis de que la mujer fue asesinada en un asalto.
Los jueces no le creyeron. el fallo coincidió con la pena que habían pedido las fiscales Inés Ferreyra y Mercedes Balestrini, de Cámara y de Violencia de Género, respectivamente.
“Esperamos justicia y se hizo justicia, estamos muy emocionados”, dijo Alejandra Cárdenas, hermana de la víctima, luego de escuchar la sentencia.
El caso recuerda al de Paola Acosta. Gonzalo Lizarralde está acusado de haberla asesinado tras raptarla luego de decirle que iba a pagarle la cuota alimentaria. La hija de ambos, Martina, sobrevivió y hoy se recupera con sus abuelos.
Imagen : www.La Voz