?Hay que seguir trabajando para romper el techo de cristal?, dijo Argibay en Salta

Las estadísticas de distribución de cargos en los distintos poderes judiciales del país demuestran una distribución piramidal en el que las mujeres suelen tener presencia mayoritaria en las bases mientras que hacia arriba la preeminencia es de los varones. Los datos surgidos del trabajo realizado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación a través de su Oficina de la Mujer, le sirvieron a la ministra del Máximo Tribunal de Justicia del país, Carmen Argibay, para sostener la necesidad de ?romper el techo de cristal, en alusión a los límites invisibles que suelen condicionar a las mujeres. Argibay abrió esta mañana las deliberaciones de las Jornadas.

Latinoamericanas ?Hacer Justicia una visión de género? que se realizan en Salta organizadas por la Escuela de la Magistratura del Poder Judicial de Salta y la Asociación de Mujeres Jueces de Argentina (Amja). En el panel de apertura también participó la embajadora de Estados Unidos en Argentina, Vilma Socorro Martínez.Las Jornadas ?Hacer Justicia una visión de género? finalizarán mañana, cuando brinde una charla la Defensora General de la Provincia, Adriana Arellano y posteriormente la magistrada española Margarita Uría Etxebarría. Posteriormente se leerán las conclusiones y la vicepresidenta de la Corte de Justicia de Salta, María Cristina Garros Martínez.

Lo que queda por hacer

En su exposición, la jueza de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Carmen Argibay, partió de reflexiones de María Elena Walsh para sostener que siguen produciéndose situaciones que discriminación y violencia contra la mujer, esto pese a que en el país exista una ley de protección específica. Y como ejemplo, puso una reciente decisión judicial en la que los responsables de un caso de abuso fueron sobreseídos porque la menor víctima no declaró. Esto, dijo, revela que todavía resta mucho por hacer en materia de género, incluso en el plano. ?Cuando salió la ley de protección integral contra la violencia de género, me alegré mucho?, recordó y puntualizó que este fue el punto de partida sobre cuya base se resolvió constituir la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. El primer trabajo que encaró esta OM fue determinar la cantidad de mujeres en la Justicia Argentina.

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El mapa de género de la Justicia argentina fue repasado brevemente por Argibay que reseñó, por ejemplo, que en Salta el 61 por ciento de los cargos son de mujeres, mientras que el 39% restante corresponden a los hombres, pero claro en una estructura piramidal donde sobre siete miembros de la Corte de Justicia, sólo dos son mujeres. Y esto se repite, con pocas variantes, en otros puntos del país. Argibay se apoyó en datos estadísticos para sostener que si el 51 por ciento de la población son mujeres, por lo menos la mitad de los cargos deberían corresponderles. ?Tendría que haber muchas más mujeres?, expresó su anhelo de lograr un equilibrio en la composición de los poderes judiciales. Sobre esta base es que afirmó que se ha logrado romper en algunos casos el ?techo de cristal?, pero a la vez afirmó que resulta necesario trabajar más para trasponerlo definitivamente.

En este marco dijo que la Oficina de la Mujer se propuso este año capacitar a capacitadores, lo que permitirá encarar un trabajo en toda la Justicia argentina tendiente a incorporar la visión de género e igualdad en todos los estamentos judiciales. De esta forma, dijo, se podrán dejar atrás casos como los de las violaciones en donde por la falta de testigos, las causas terminan archivándose. ?Las excusas, son siempre las mismas. Las escuché en el tribunal de la ex Yugoslavia cuando los carceleros pretendían su inocencia diciendo que las mujeres encerradas las habían provocado?. Por eso el Tribunal del que Argibay tomó parte, adoptó como criterio que ante la denuncia no resultaba necesario corroborar lo afirmado por la mujer víctima de este tipo de agresiones.

Mujer y latina

A su turno, la embajadora de Estados Unidos en Argentina, Vilma Socorro Martínez, relató su experiencia en materia de lucha por los derechos de las mujeres en el ámbito judicial. De hecho, apenas egresada de la facultad de Derecho intentó obtener un trabajo en un estudio jurídico donde el argumento para negárselo fue que los clientes corporativos no aceptarían ser representados por una mujer que además era descendiente de latinos. ?Estados Unidos tiene experiencia en liderazgo femenino?, relató. Martínez es embajadora en nuestro país desde septiembre del año anterior. Destacó en esta línea de trabajo los avances dados por la Corte Suprema de Justicia de la Nación a través de sus oficinas de Violencia Doméstica (OVD) y de la Mujer (OM), ya que ambas garantizan el acceso a Justicia.