Haití: Golpes sobre golpes

La Habana, noviembre.- Olga Bemort Maryline Félix, activista de Solidaridad con las Mujeres Haitianas (SOFA), agradeció en La Habana la ayuda incondicional que ha prestado el personal médico cubano y de otros sectores que trabajan en Haití y dijo que la catástrofe que produjo el sismo, a inicios de año, puso al descubierto la situación colonial de su país, que ha sufrido largos años de injerencias y abandonos.

Bemort Maryline intervino durante un diálogo en solidaridad con su país que tuvo lugar en la capital cubana, el 27 de octubre, como parte del taller «La educación popular y los movimientos sociales en el Caribe», realizado por del Consejo de Educación de Adultos de América Latina (CEAAL), del 26 al 30 de octubre.

El CEAAL fue creado en 1982 y actualmente, con más de 200 miembros, es la federación más importante de organizaciones no gubernamentales latinoamericanas del área de la educación.

«El 12 de enero nos golpeó el cuerpo, el espíritu y el alma», relató Bemort Maryline, quien recibió a su vez del auditorio sentidas y numerosas muestras de apoyo, fuerza y solidaridad ante las nueva situación que vive la abatida isla del Caribe, azotada fuertemente en la actualidad por el cólera, sin haberse recuperado aún del sismo de inicios de año.

Los últimos reportes indican que las muertes por cólera superan las 330 personas y además se contabilizan más de 4.764 contagiadas. Desde el comienzo del brote, el pasado 20 de octubre, fallecen diariamente alrededor de una decena y los casos positivos oscilan entre 50 y 60.

Haití no registraba enfermos de cólera desde hace más de un siglo y, según la Organización Mundial de la Salud, es muy probable que esta epidemia se extienda y permanezca durante años en el país.

La enfermedad, causada por la ingestión de alimentos o agua contaminados por la bacteria vibrio cholerae, provoca diarreas intensas, vómitos y fiebre alta, pero en muchos casos no aparecen síntomas en las víctimas 48 horas antes del deceso.

«El sismo es un fenómeno natural, que ha pasado en otros países, incluso con una magnitud mayor, y no con tantas consecuencias negativas», agregó Bemort antes de comentar que «la catástrofe realmente ha puesto en evidencia la situación colonial del país».

Se trata, sostuvo, de una nación que carece de servicios sociales básicos para la población, infraestructuras y políticas nacionales, donde todos los sectores fueron golpeados por el sismo y no hay siquiera estadísticas acerca de cuántas personas perdieron la vida.

«Sabemos que el fenómeno ocurrió en momentos en que las mujeres estaban en sus casas y otras muchas, que trabajan informalmente, estaban en el centro de la ciudad», reflexionó, para referir que las haitianas engrosaron las listas de pérdidas humanas.

La activista haitiana reiteró que, pasados 10 meses, su pueblo sigue sufriendo las terribles consecuencias del sismo y ahora lamenta las pérdidas humanas por la epidemia del cólera.

«El sismo fue también un golpe a nuestra dignidad», agregó. «Otro golpe en nuestra cara ha sido, sobre todo, la forma en que se manifestó la ayuda internacional al país, desde las grandes potencias», señaló.

Frente a quienes se acercan a su pueblo con lástima, pensando únicamente ¡Pobre Haití!, Bemort Maryline contrapuso la actitud solidaria de varios pueblos y personas que, desde los primeros momentos, acercaron ayuda de todo tipo, de pueblo a pueblo.

Su compatriota William Thelesmond dijo que ha sido grandiosa la solidaridad de países como Cuba y Venezuela, no solo en recursos materiales sino sobre todo humanos, una acción de la que no se habla y se pretende silenciar.

Germonic Molin, de la Plataforma Haitiana de Incidencia para un Desarrollo Alternativo (PAPDA), destacó así mismo el apoyo y la solidaridad brindadas por organizaciones y personas desde República Dominicana y Puerto Rico, otras dos naciones hermanas, cuyos pueblos ofrecieron ayuda inmediata.

El diálogo en solidaridad por Haití fue parte del programa del encuentro promovido en La Habana por CEAAL, que también incluyó intercambios y exposiciones acerca de las experiencias de los movimientos sociales y la educación popular como herramienta para la liberación, entre otros temas.

Las organizaciones integradas en CEAAL buscan llenar los vacíos del sistema educacional estatal y de responder a las necesidades de amplios sectores de la población en cuanto a oportunidades de educación permanente, flexibles y orientadas a la práctica.

Sus integrantes provienen de diversos contextos y establecen como prioridades, según la demanda de sus grupos meta, la alfabetización o la educación ambiental, la educación de derechos humanos, el trabajo de cooperativa y la salud o la educación de adultos indígenas.