Luego de veinticuatro años de cárcel por el femicidio de Carolina Aló

FABIÁN TABLADO QUEDÓ EN LIBERTAD

En 1996 mató a su novia Carolina Aló, cumplió su pena y salió este mediodía de la Unidad 21 de Campana. «Les pido perdón. Voy a tratar de hacer lo mejor posible», dijo.

Imagen : El Zonda

Fabián Gerardo Tablado, el femicida que en 1996 mató de 113 puñaladas a su novia Carolina Aló en su casa de la localidad bonaerense de Tigre, recuperó su libertad tras haber cumplido su pena y dijo que está «arrepentido».

Al salir del penal, afirmó: «Estoy arrepentido. Les pido perdón. Voy a tratar de hacer lo mejor posible».

Siempre me pregunté por qué la maté; no encuentro respuesta”

«Siempre me pregunté por qué la maté. No encuentro respuesta. No sé qué decir», agregó el protagonista de uno de los casos policiales más resonantes de la historia criminal argentina.

Al ser preguntado sobre sus hijas, respondió: «Las amo mucho y son mi vida».

Nunca voy a haber pagado en mi interior, en mi conciencia”

«No hay un día que no pienso en pedir perdón. Soy muy consciente del mal que hice. Nunca voy a haber pagado en mi interior, en mi conciencia como yo me siento», afirmó.

Tablado agregó en sus declaraciones a la prensa al recuperar su libertad: «Es una nueva etapa de mi vida, pero todo el día me pasa por la cabeza».

«Voy a tratar de hacer lo mejor posible», dijo.

Tablado, quien cometió el crimen cuando tenía 20 años, actualmente tiene 43 -el martes es su cumpleaños 44-, salió de la Unidad 21 de Campana, ubicada sobre el kilómetro 5,5 de la Ruta 6, penal donde pasó sus últimos años de condena en el pabellón 5 de los internos que profesan el culto evangelista.

Las palabras de su madre

La madre del femicida, María Esther Gallardo, confirmó ayer a Télam que pese a que sabe que su hijo “se arruinó la vida”, nunca lo abandonó en estos casi 24 años que estuvo preso y anunció que hoy iría a buscarlo a la salida del penal.

La mujer, quien dijo que “no hay palabras de consuelo” para la familia Aló, no quiso confirmar si a partir de hoy su hijo volverá a vivir con ella y su marido en Albarellos 348 de Tigre, la misma casa donde en 1996 cometió el crimen de las 113 puñaladas, por lo que aún es una incógnita cuál será a partir de hoy el lugar de residencia del femicida.