Barómetro de la Deuda Social con las Personas Mayores

Estudio analiza necesidades económicas y afectivas de jubiladxs argentinxs

Unx de cada cuatro jubiladxs argentinxs no alcanza a cubrir sus necesidades básicas, que incluyen tanto las económicas como las afectivas, según un estudio realizado entre 2010 y 2014 y presentado hoy por el Observatorio de la Deuda Social (ODSA) de la Universidad Católica Argentina.ARCHI_115041

El «Barómetro de la Deuda Social con las Personas Mayores» detalla que, no obstante, la franja etaria entre 18 y 59 años presenta una cifra similar, por lo que el texto concluye que «la insatisfacción no aumenta ni decrece con la edad; se mantiene».

Según explicó a Efe Enrique Amadasi, coordinador del Barómetro de la Deuda Social con las Personas Mayores, otro de los hallazgos principales fue que se debe hablar de «diversidad» en la tercera edad, que en Argentina es representada por más de seis millones de personas.

«No hay vejez, sino ‘vejeces'», dijo, y detalló que, en Argentina, esa diversidad no se encuentra en las variables «clásicas» como género o edades, sino en la estratificación social y la educación.

«Se trata de una generación que fue a la escuela en una época cuando el acceso a la educación no era tan universal como ahora. Tres de cada cuatro personas mayores no terminaron la secundaria y una de cada cuatro sí, lo que marca dos ‘vejeces’ distintas en acceso a la salud y necesidades económicas satisfechas, entre otras variables», señaló Amadasi.

Como es esperable, además, aquellas mismas variables son radicalmente distintas entre el estrato socioeconómico medio alto y el más bajo.

En cuanto a las necesidades afectivas, el experto indicó que Argentina tiene un punto a favor: solo el 11 % de las personas mayores las siente insatisfechas.

Dentro del colectivo, el 19,5 % vive solo, el 30,6 % convive con coetáneos y el 49,9 % lo hace con personas de otras generaciones.

Para el investigador, las personas mayores que se encuentran en «peores condiciones» son quienes habitan hogares intergeneracionales, porque «su condición de vida se desvaloriza».

Añadió que es necesario comprender que quienes habitan un hogar con familiares de diversas edades «no viven allí por una decisión feliz, sino porque no tienen otra posibilidad».

El déficit afectivo en aquellos casos son muy similares a los que viven solos: «Ello podría estar indicando que la cantidad de contactos en la red familiar no resulta relevante, sino que más bien es la calidad del vínculo la que lo hace relevante», destaca el informe.

Aquellos que conviven con sus coetáneos se sienten más «protegidos» ante hechos indeseables de la vejez e inseguridades de distintos tipos, como problemas de salud y la soledad, entre otros, explicó el coordinador del Barómetro de la Deuda Social con las Personas Mayores.

Cabe destacar que el informe no investiga los hogares de ancianos, aunque calcula que el 3 % de la tercera edad argentina vive en uno de ellos.

El Barómetro de la Deuda Social con las Personas Mayores de 2015 relevó datos en más de 18 aglomerados urbanos de todo el país, y tomó los datos relevados entre 2010 y 2014, que en total sumaron alrededor de 6.500 encuestados de 60 años y más.

Imagen : www.cadena3.com