El grupo de jóvenes artistas atacó de nuevo. Este viernes a la tarde realizaron una acción poética en el puente de Avenida Córdoba y Juan B Justo y luego, frente de la Casa Rosada. Un concepto e enmarcó las dos performances: #EstoHueleMal
A plena de luz de las 4 de la tarde, una mujer y dos hombres se paran sobre el puente de Avenida Juan B Justo mirando a los autos. La mujer luce una sotana de jueza. Uno de los hombres viste traje, gomina y banda presidencial. El otro, el uniforme auténtico de un militar. Los tres -jueza, militar y Presidente- sonríen desde las alturas ,mientras dos cuervos negros de mal agüero se paran a sus costados. Los autos siguen circulando con normalidad, sin notar que algo perturbador está por suceder.
Debajo del puente, aparece una banda de músicos que con violoncello, trompeta y trombón que tocan una música circense. Con ese ritmo comienzan a caminar por las veredas de la calle Córdoba alrededor de veinte hombres y mujeres descalzos y cubiertos de talco y arcilla. Deambulan chocándose con las paredes, entre ellos y con los postes de luz. Están ciegos. Ahí algo comienza a cerrar de la historia que se comenzará a contar: esos seres que están por debajo del puente son “el pueblo”.
La gente que pasa por ahí los esquiva. El quiebre en los sentidos lo marca el paso del tren. En cuanto baja la barrera, suena un estruendo que se siente como una bomba. La música circense se escucha cada vez más fuerte. Los ciegos corren hacia la calle y comienzan a golpearse entre los autos. A las trompadas sacuden el asfalto. El Presidente, el militar y la jueza ríen a carcajadas desde el puente, mientras los miran pegarse. Esa triada de poder descorcha un champagne, brinda y grita: “hay que festejar”. Así, al compás de sus propias carcajadas la jueza, el militar y el Presidente comienzan a arrojar sobre los autos cientos de tapas de Clarín.
Peatones y conductores quedan en shock. Algunos aplauden y vitorean.
Así todo se condensa en una cruda imagen. El festejo de los que están sobre el puente. La lluvia de champagne y tapas de Clarín que cae sobre los que están abajo. Y los de abajo ciegos, matándose entre ellos.
En Casa de Gobierno
Los cuervos de mal agüero finalmente se posaron hoy frente a la sede del Poder Ejecutivo nacional: la puerta de la Casa Rosada. Salieron de la Linea A directo a Plaza de Mayo y caminaron lentamente por el costado de las rejas.
Los treinta pájaros de la peste se pararon firmes dándole la espalda al edificio de gobierno y mirando a la gente que se encontraba en la Plaza, mientras sonaba el mismo chelo distorsionado y perturbador. Luego, desenvolvieron una enorme pancarta con un mensaje que colgaron de las rejas: Esto Huele Mal.
Así estos artistas señalaron con letras gigantes que lo que apesta está puertas adentro de la Casa Rosada.
¿Continuará?