Así lo expresó la Lic. Alicia Ramos del Área Municipal de la Mujer de Salta, frente a la postulación de apenas catorce mujeres de un total de treinta y nueve candidat@s que participarán en los comicios para ocupar los cargos en la Cámara Baja del Congreso Nacional, representando a la provincia de Salta. Cabe mencionar que sólo una de ellas es cabeza de lista, siete van en segundo término, mientras las cinco restantes se ubican en el tercer lugar.
Para Ramos, si bien lo dispuesto por la ley de cupo provincial, sancionada en 1995 que prevé la incorporación de al menos un 30% de mujeres en la conformación de las listas se cumple obligatoriamente, los partidos políticos, incluso aquellos menos conservadores, siguen repartiendo el poder entre hombres.
Para corroborar este tipo de afirmación, basta mirar la cantidad de cargos legislativos ocupados por personas de sexo masculino, tanto en el orden nacional como provincial, y para ello podemos citar que de un total de 60 bancas provinciales en la Cámara de Diputados sólo 17 pertenecen a mujeres, mientras el Senado Provincial conformado por 23 miembr@s, está integrado sólo por tres representantes del sexo femenino, es decir que de los 80 cargos legislativos en la órbita de la Provincia, más del 75% son ocupados por hombres.
Similar situación se concreta a nivel nacional, adonde los varones superan en 47 bancas dentro de la Cámara Baja a las diputadas, mientras en el Senado sólo 27 de los 72 escaños corresponden a senadoras.
En ese contexto, Ramos señala que cada vez que un acto electoral se aproxima volvemos a contemplar un mismo escenario, que nos retrotrae 15 años atrás, cuando se discutía la ley de cupo provincial, proyecto que además había ingresado en 1992, lo que demuestra también la «lentitud con la que se concretan los derechos de las mujeres», destacando que aunque una década y media haya transcurrido entre la aprobación de este proyecto y la actualidad, ni siquiera este 30% se efectiviza a nivel local, cuando deberíamos tener incorporado un 50% que tampoco se traduce a nivel nacional.
La licenciada recuerda también el modo descalificador con la que muchos legisladores se expresaron al momento de tratarse la ley de cupo, al tiempo que trae a colación que en 2002 el Concejo Deliberante del departamento Capital, pidió la reforma de esta ley para solicitar la paridad en la conformación de las listas.
Siguiendo este mismo camino y a modo de reflexión y de llamamiento a la participación y el compromiso, Ramos considera que todas las mujeres deben impulsar y promover la igualdad también en los espacios políticos, destacando que quienes accedan a una postulación deben hacer conocer sus propuestas, de manera que el colectivo femenino pueda evaluar si las cuestiones de género son o no contempladas por cada candidata, ya que el sólo hecho de ser mujer no constituye una garantía genuina de representación.
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