La trata y la prostitución muestran sus miserias en La Pampa

El ocaso de un vendedor de vacas y mujeres

La comparación canalla del procesado O.J. Ulrich entre las mujeres y las vacas, no hace sino poner en la superficie más sucia el ?negocio? de la trata con fines de prostitución en La Pampa, ?negocio? que según testimonios recogidos por Urban@s, tendría socios poderosos, dentro y fuera del Gobierno provincial.

O.J. Ulrich no tuvo empacho en declarar frente al juez Federal Pedro Zabala, que para él la trata de personas ?es un negocio como el que hacía antes, de comprar y vender vacas?. El tratante se encuentra detenido -es el primer procesado en la provincia de La Pampa- por este aberrante delito.

La ecuación petróleo, hombres, prostitución y rentabilidad, se hizo visible a partir del testimonio de una joven boliviana, que denunció ante la policía que estaba esclavizada en un prostíbulo de la localidad de 25 de Mayo contra su voluntad.

Ulrich, que se dedicaba a la venta de ganado en Winifreda, territorio de inmigrantes germanos, devino en reclutador y tratante de mujeres para someterlas a la explotación sexual en sus burdeles. En su historial, Ulrich está ligado a Alicia Videla, otra tratante que en febrero de este año se vio involucrada en una causa iniciada en la provincia de Formosa. Unidos en el ?negocio?, Ulrich y Videla fueron pareja hasta que cuestiones ?financieras? los separaron.

Llegaron inclusive a disputarse un territorio: la localidad de 25 de Mayo, prominente zona rentable para sus aspiraciones como tratantes de mujeres para la explotación sexual. En la disputa, Ulrich ganó la pulseada; Videla tuvo que quedarse en Santa Rosa con su Privado VIP, del que se jactó era ?un lugar de nivel?, donde los hombres verían realizadas sus fantasías sexuales. Lo dijo sin eufemismos, en una «nota de color» publicada en el diario La Arena.

Se desconoce -pero no asombraría que no fuera así- si hubo ninguna actuación de oficio de la Justicia por los dichos de Videla en esa oportunidad.

Amigos son los amigos

La mujer se quedó con algunas «fieles» que le hicieron el «aguante» en Santa Rosa, pero no se quedó sola: aún hoy, distintas fuentes confiaron a Urban@s en Red que Videla contaría entre sus íntimos amigos a Diego, el hijo más chico del actual gobernador Oscar Mario Jorge (PJ).

También esta publicación accedió a fuentes que dan cuenta de que Videla habría estado vinculada sentimentalmente con un requerido médico cirujano, que se desempeñaría en un sanatorio de la capital pampeana, oriundo de Trenque Lauquen.

En tanto Ulrich, ganador de una plaza «caliente» para los ojos de los tratantes, también tiene sus amigos en el poder. Del territorio conquistado, llegó a decir ante el juez que ?autoridades locales? le habrían pedido que pusiera cabarets ?para evitar que los hombres que trabajan en los pozos de petróleo violen a las mujeres y niñas de 25 de Mayo?.

Pero aún con esos amigos en el poder, Ulrich no pudo meter todo en el corral; una joven de nacionalidad boliviana, estudiante de sociología, pudo denunciar ante la policía local que estaba contra su voluntad. Tiempo atrás, la misma policía había negado casos de trata de personas, a pesar del testimonio de mujeres que llegaron a Mendoza escapadas de un cabaret de la localidad sureña.

La situación que aparece ahora como una verdad revelada, fue denunciada en diciembre por la versión impresa de Urban@s en Red, a partir del análisis de la relación entre la explotación petrolera y la trata de personas para la explotación sexual: en aquel momento, se informó sobre la presencia de unas cincuenta mujeres de nacionalidad dominicana en la zona.

Un proceso esclarecedor

La decisión de la municipalidad de Santa Rosa y las definiciones de políticas públicas que llevaron a la sanción de la Ordenanza por la que se prohíben las whiskerías en la ciudad -sumado al allanamiento del Privado VIP en febrero, a raíz de una causa por trata de personas- aceleraron un proceso que todavía no había despertado el interés de la opinión pública, ni el accionar de la Justicia Federal o provincial.

La llegada del titular de la Unidad Fiscal de Secuestros Extorsivos y trata de Personas, Marcelo Colombo, y su actuación con la documentación pública en el municipio de la capital pampeana, sacaron del letargo a quienes tendrían que haber tomado cartas en el asunto mucho antes.

Motivos de peso había en La Pampa: la desaparición de la joven Andrea López, sometida por Víctor Purreta a la explotación sexual, era un punta que la Justicia y la policía no debieron desaprovechar si realmente hubieran tenido interés en investigar la trata de personas.

Vacas y mujeres, el negocio de la carne

Tan descarnada como una res en un matarife, así Ulrich no hizo otra cosa que ponerle palabras a la idea naturalizada que la sociedad reproduce respecto de las mujeres, en tanto mercancía que puede ser apropiada, sometida, comercializada, explotada.

Para él -como para una parte importante de los varones y de la sociedad en su conjunto- esto es un negocio, además legalizado hasta por las propias autoridades de los municipios y la policía provincial, que violando la ley de profilaxis no proceden aún cuando hay facilitamiento de la prostitución, delito por el que pueden actuar en el ámbito provincial.

Magdalena González, en el artículo «El imaginario social prostituidor» publicado recientemente en Página/12, señala algunas claves para que se dé un contexto de prostitución. Entre ellas, la psicóloga menciona:

– El sistema patriarcal, productor y reproductor de la opresión, esclavización y muerte de mujeres, y básicamente de las mujeres a quienes prostituye.

– La demanda del prostituidor cliente, que determina la existencia de la prostitución.

– El imaginario social prostituidor.

– Las crisis económicas.

– El capitalismo en su fase neoliberal, como productor de esclavitud.

– El prostituidor reclutador, personaje clave para destruir la resistencia de las mujeres con el objeto de ingresarlas a la prostitución, llegando incluso al secuestro.

Estos personajes, mediante extraordinarias maniobras manipulatorias, como dice Masud Kahns refiriéndose a los sujetos perversos (Alienación en las perversiones, ed. Nueva Visión, 1987), exigen y consiguen de sus víctimas ?la suspensión de la discriminación y la resistencia en todos los niveles de la culpa, la vergüenza y la separación?.

El vergonzoso imaginario

Basta analizar cada una de las frases de Ulrich, vendedor de vacas devenido en tratante, cuando manifiesta que llegaba a ?encariñarse? con las chicas (para él apenas una ?mercancía?) cuando lloraban por dolor de cabeza o de estómago, dolores que la estudiante boliviana rescatada solía mitigar bebiendo cerveza.

Sus confesiones -que no son otra cosa que la puesta en palabras del pensamiento común que naturalmente reproduce el imaginario social- se corresponden con otras que muchas mujeres y varones sostienen, pues las prostitutas vendrían a hacer el trabajo «sucio», lo que no se le puede pedir que haga a la novia o a la esposa.

Por otra parte, el pedido presuntamente oficial de dar ?una solución? a la cantidad de hombres en 25 de Mayo, ubica a éstos como una masa irracional que potencialmente saldría a violar mujeres y niñas en caso de no tener resuelta la contención del «impulso sexual irrefrenable» con algún prostíbulo.

Después, todos los caminos conducen a Roma: González, en la introducción al artículo de referencia, alude al mito del Rapto de las Sabinas (en la foto, la versión de Jacques Louis David) sobre la fundación de Roma. Su argumento refuerza a las mujeres en un lugar que aún ocupan: el de tolerar la violencia de la apropiación indebida y reforzar la unión hombre-mujer sin objeción posible de parte de ella en función de un rol que debe estar por encima de todo: la maternidad.

Este modelo de abuso, de violencia, de apropiación y de engaño, es el que sostiene la explotación sexual a lo largo de la historia, dice la autora del artículo.

«Les doy dinero cuando necesitan y no tienen, porque no las voy a dejar sin comer o sin dinero para hablar por teléfono», ha declarado Ulrich, siguiendo con su lógica capitalista, sintiéndose el dueño de la vida de quienes ha sometido. «Están porque quieren, nadie las obliga» es otra de las frases que comparte este tratante -y otros como él- con una sociedad que también lo reproduce sin interpelarse sobre su rol.

Es auspicioso el fallo del juez Zabala en un contexto donde hay muchas denuncias sobre trata de personas, pero una mirada esquiva a sentar precedentes tomando como punto de referencia la «vulnerabilidad social y familiar de las víctimas», aspecto que fue destacado por el fiscal Marcelo Colombo en su disertación en Santa Rosa, como uno de los argumentos que les permite a los jueces cambiar la mirada sobre las causas.

Aún resta que haya condenas, única manera de empezar a poner límites a una flagrante violación a los derechos humanos de las mujeres.

IMAGEN: www.urbanasenreddigital.com.ar