La Otra Voz Digital Directora Marta César
Un hombre de nacionalidad colombiana que era intensamente buscado sospechado de abusar de dos hermanas de 12 y 15 años en un pueblo salteño en el que oficiaba como «manosanta» o «curandero» fue detenido en un pueblo de la provincia de Jujuy.
La detención del sospechoso se concretó este miércoles luego que la Justicia local librara una orden de captura nacional e internacional.
Los investigadores comprobaron que el hombre detenido era conocido como Juan Ordóñez pero ese nombre era falso.
El jefe de la Brigada de Investigaciones de General Güemes, el comisario Diego Bustos, indicó a la prensa local que la pesquisa para encontrar al presunto abusador, al que también se lo acusa de estafador, se había centrado en templos evangélicos de la región, porque se sabía que el hombre profesaba ese culto. «Visitamos a muchos templos y en uno ubicado en Aguas Calientes, provincia de Jujuy, localidad colindante con Güemes, nos informaron que el prófugo estuvo allí pero ya se había marchado. Ellos lo habían asistido con comida y algo de dinero para que continuase su fuga», contó el jefe policial en declaraciones al diario El Tribuno.
El hombre de 31 años, fue encontrado en la plaza del pueblo jujeño de El Chalicán, donde había ido a esperar a una mujer a la que había citado para realizarle curaciones.
El detenido será trasladado a la provincia de Salta en las próximas horas para responder sobre la acusación que pesa en su contra, de abuso sexual de dos niñas de 12 y 15 años.
Las hermanas son de una familia que le dio albergue al hombre por varios meses en una casa de la comunidad rural de Betania, en jurisdicción de Campo Santo, porque él había dicho que había sido asaltado y no tenía donde vivir.
Una vez instalado, el ahora detenido, comenzó a ofrecer sus curaciones «por la gracia de Dios» en el pueblo y en sus tareas era acompañado por las dos menores, las cuales habrían sido abusadas en distintas circunstancias.
Al enterarse de la detención, la madre de las menores comentó que la familia recuperó la tranquilidad con la detención del sospechoso.
«Estamos más tranquilos por su detención, pasamos momentos muy difíciles, en especial mis hijas, me duele pensar lo que tuvieron que sufrir», explicó la mujer.
«Le brindamos un lugar para dormir, porque pensamos que era una buena persona. Hacía curaciones y parece que con buenos resultados, ya que muchas personas venían a verlo y otros solicitaban su presencia en su domicilio particular, si hasta trató a varias maestras y docentes de Campo Santo», sostuvo.
Imagen : diariouno.com.ar
