Bayamo, Cuba, septiembre.- Este ha sido un verano diferente. Pantalla, data show, documental, entusiasmo, materiales impresos y condones en manos. Coordinadores y promotores voluntarios de la Oficina Provincial de Prevención de las infecciones de transmisión sexual (ITS) y VIH/sida en Granma, en el oriente cubano, salen de los espacios habituales para llevar sus mensajes a las zonas rurales y la serranía.
Zeida Santiesteban, periodista de profesión y directora del centro, lo ve como un sueño largamente añorado y convertido en realidad.
«Antes no teníamos los medios. A partir de un proyecto con la organización no gubernamental española Médicos del Mundo, desarrollado entre 2007 y 2008, tenemos los recursos que necesitábamos para extender las intervenciones hacia lugares donde nunca antes habíamos llegado», explica a SEMlac.
Durante julio y agosto, los meses en los que mayor cantidad de personas disfruta de vacaciones en esta isla del Caribe, el ómnibus de 45 plazas salió todos los jueves. Junto a los coordinadores, viajaron voluntarios de cada una de las líneas de trabajo de la oficina: hombres que tienen sexo con hombres (hsh); hsh-travesti; sexo transaccional; condones, mujeres, jóvenes y adolescentes y consejería.
«Este proyecto ha permitido fortalecer el trabajo. Además de la tecnología, nos posibilitó disponer de un documental propio, Pausa en el camino, que refleja la problemática de la epidemia en el territorio», dice Zeida.
El documental, elaborado por la Televisión Serrana y basado en tres casos reales, persigue que la población de las montañas y el campo vea que también está en riesgo, sobre todo por el éxodo hacia las grandes urbes.
La provincia de Granma, con 834.616 habitantes, tiene 344.153 personas residentes en zonas rurales, fundamentalmente en territorios montañosos.
El proyecto y la campaña educativa «Vivir tiene sentido» les permitieron disponer de materiales impresos propios, pues hasta ahora los recibían del Centro Nacional de Prevención. «Siempre nos preguntábamos qué impacto podría tener en la población granmense una imagen de jóvenes sentados en el Malecón de La Habana, si no se veían reflejados en ella», comenta Santiesteban.
Los afiches fueron diseñados hacia tres direcciones: la población joven; los hombres, sobre todo con orientación bisexual, en los cuales se alerta sobre los peligros del papel del hombre como proveedor de la casa, sin importar lo que hace en la calle; y la mujer joven con el mensaje «No dejes que te hagan un cuento».
«Con todas estas herramientas pudimos ser ambiciosos en el verano. El gobierno aprobó el proyecto, incluido el alquiler del ómnibus, vista la importancia del trabajo de la oficina y la demanda de la población sobre la presencia en lugares comúnmente alejados de la prevención», señala.
Una necesidad
En Granma, incrementar la acción preventiva es una necesidad. «El pasado año se registraron 10 casos más que en el precedente. Se detectaron un total de 80 nuevos casos, a expensas fundamentalmente de población masculina, con preferencia por el sexo con otro hombres», refiere Zeida.
En 2007 hubo un repunte en la epidemia entre mujeres, que disminuyó en 2008. En la provincia, la tendencia en mujeres es que suba y baje, en dependencia del diagnóstico en hombres bisexuales, explica.
«Nos preguntábamos por qué tuvimos ese pico en la epidemia si estábamos haciendo tantas acciones en materia de prevención», señala.
«Llegamos a la conclusión de que cuando usted informa más la gente tiene mayor conocimiento y empieza a sentir el riesgo detrás de la oreja, acude más a los servicios de orientación y ayuda y busca la posibilidad de hacerse la prueba del VIH. Además, en 2008 aumentó muchísimo la venta de condones», agrega.
En esa etapa, indica, se aplicó un pequeño instrumento para recoger opiniones, el cual constató que las personas tienen mayor percepción de riesgo y usan más el condón.
En 2009 hay una disminución significativa en la detección de casos, 23 menos que en igual etapa de 2008. En la actualidad, en la provincia hay 487 casos, concentrados en las edades de 20 a 29 años, de 30 a 39 y de 45 y más. Esto indica que en las edades jóvenes, de 15 a 19 años, ha disminuido la incidencia del VIH.
En Granma la epidemia es mayoritariamente masculina, con 78,7 por ciento del total. Los municipios con más casos son Bayamo (capital), Manzanillo, Jiguaní, Niquero, Río Cauto, Buey Arriba y Bartolomé Masó.
¡Viene la guagua!
La cruzada «A cuatro manos por la vida», experiencia sociocultural que agrupa al Centro de Prevención y a las direcciones locales de cultura y deportes, entre otras instituciones, recorrió cada uno de los municipios de la provincia, cuya capital, Bayamo, se encuentra 760 kilómetros al este de La Habana.
Desde allí, el ómnibus ha llegado a poblados como Jiguaní, Manzanillo, Niquero, Campechuela, Cauto Cristo y los serranos Guisa, Yara y Buey Arriba. En esos lugares, apartados de la capital provincial, la acogida es siempre buena.
Música, actividades de participación con mensajes de prevención, desfiles de modas y otras iniciativas se combinan en la jornada, a partir de un estudio sobre las preferencias de los jóvenes como un gancho para la prevención.
De acuerdo con la psicóloga y consejera del servicio, América Santoyo, quien participó también como conductora en las salidas hacia los municipios, «es importante contar con investigaciones», asegura. «Quien piense que sin la aplicación de la ciencia se puede hacer prevención, está destinado al fracaso», comenta.
«La búsqueda de elementos y de información nos permite orientar mejor el trabajo, ya sea para la elaboración de materiales de promoción, como para la propia implementación de las actividades educativas, al desentrañar los intereses, las problemáticas y precisar dónde hacer estas acciones», insiste.
«Las personas nos esperan. Los promotores hacen trabajo cara a cara y consejería. Aunque el público es joven en su mayoría, participan también los de más edad», dice Yeni Milanés, a cargo de la línea de mujeres, quien empezó como promotora voluntaria y luego se licenció en higiene y epidemiología.
Este verano la cruzada dejó el centro, ubicado en Martí 34, la calle principal de la ciudad, y entonces las peñas y los video debates también llegaron a las barriadas donde la epidemia causa mayores estragos.
«La peña ‘El sentido de vivir’, un espacio de reflexión creado en 2008, trabaja fundamentalmente temáticas de interés femenino, como el autocuidado, la respuesta sexual, la comunicación, las relaciones de pareja, la violencia y la vulnerabilidad, entre otros», dice Yeny.
«Habitualmente se realiza los terceros viernes de cada mes, pero el equipo técnico decidió hacerla cada quince días en los barrios del municipio cabecera, con mayor presencia de la epidemia de VIH/sida. Allí, a las imágenes visuales, se suma el talento artístico de la comunidad», sostiene.
Este encuentro se inserta dentro de la línea de trabajo con mujeres, cuyo fin es dotarlas de habilidades que aumenten su percepción de riesgo y les permitan mejorar la comunicación, negociar el uso del condón, elevar su autoestima y decir no a la violencia, entre otras opciones.
A su vez, contribuye a que ellas se conviertan en educadoras de pares y trabajen con otras mujeres en la comunidad, de vecina a vecina. «Entre ellas la comunicación es más fluida que con los especialistas», abunda.
Junto al video-debate se promueven las pruebas anónimas de VIH. En una de las últimas salidas hacia los barrios, en una sola noche se hicieron 50. «Es una muestra, además, del interés de las personas por conocer su situación», expresa José Martínez, coordinador de la línea de jóvenes y adolescentes.
«La efectividad de salir a los diferentes territorios es enorme: la gente se involucra, pues todo el mundo no tiene la posibilidad de asistir a un centro de salud o acudir a la oficina a un video debate o una peña. De esta manera les acercamos la información y los servicios de orientación y ayuda», agrega Zeida.
Los resultados del verano, indica, son una prueba de lo que podemos continuar haciendo. «Hemos valorado que nuestra proyección tiene que ser comunitaria, para acercar a las personas y lograr que venzan su resistencia».
Una exclusividad
En la isla existe el sistema telefónico Línea Ayuda, para consultas sobre las infecciones de transmisión sexual y VIH/sida. En Granma funciona la única consejería postal del país.
De acuerdo con Yeny, esta opción surgió debido a la baja densidad telefónica de un territorio que posee, además, grandes zonas montañosas. Para que un mayor número de personas pudieran acceder a los servicios de información y consejería se abrió un apartado postal. De regreso, los especialistas les responden sus inquietudes.
«Escriben bastante y hacen muchas preguntas, no solo los jóvenes. Generalmente indagan sobre disfunciones sexuales, la transmisión del VIH/sida, cuentan historias de su vida, experiencias que han tenido y también preguntan sobre qué hacer para insertarse en las filas del voluntariado», asevera.