Pamela Moreno apareció muerta al costado de una ruta el 3 de diciembre. Brian Salto, un ex policía de Santiago del Estero, declaró en la causa que la atropelló con su auto. “Yo le pido a la fiscal que me dé pruebas para tranquilizarme, porque al detenido anterior lo largaron por falta de pruebas”, dijo a Infojus Noticias Sandra Gómez, madre de la joven.
Pamela Moreno apareció muerta al costado de la ruta 34 en Santiago del Estero, el 3 de diciembre de 2014. Estaba golpeada y en su ropa estaban las marcas de un auto, que le había pasado por encima dos veces. Tenía 24 años y hacía poco había cambiado el DNI con su identidad autopercibida. El celular de Pamela fue activado en los últimos días, los investigadores siguieron la pista satelital y así ubicaron a Brian Salto, un ex agente de policía que hasta hace 7 años trabajó en el Cuerpo Unificado de Patrulla (CUP) de La Banda. Ayer, el hombre se inculpó del crimen ante la fiscal de la causa,Norma Morán.
“Yo le pido a la fiscal que me dé pruebas para tranquilizarme, porque al detenido anterior lo largaron por falta de pruebas. Ahora no queremos alegrarnos y que nos digan lo mismo. A este hombre apenas lo agarraron dijo que él había sido el culpable y que la mató a Pame porque ella se había defendido. A mí ya me cuesta creer todo, porque este es un pueblo chico y el poder tiene mucho peso. Quizá este hombre esté encubriendo algo que no se quiere que salga a la luz”, dijo a Infojus Noticias Sandra Gómez, madre de Pamela.
El ex agente de policía se escondió bajo la cama cuando vio que la policía llegaba. Según el Nuevo Diario, un medio santiagueño, Salto confesó ante la fiscal que él era el asesino de Pamela. El relato dice que el 1 de diciembre fue desde Suncho Corral hasta la Capital, a la casa de una hermana. Que al día siguiente, alrededor de las 22, perdió dos mil pesos en las máquinas tragamonedas de un casino y a eso de las 2 de la madrugada dio unas vueltas por el centro.
“Como no tenía plata ni siquiera para cargar combustible fue a la esquina donde paran las travestis a sacarles unos pesos”, se lee en la nota periodística. Al celular de Pamela lo activo una nena de trece años, hija de un mecánico. El hombre dijo que Salto le dio el aparato en parte de pago por un arreglo.
“Esperemos que la fiscal de consiga las pruebas suficientes para que se haga justicia, porque si bien este hombre se inculpó, hay muchas cuestiones que averiguar como el ADN encontrado y demás pistas. El reclamo que pedimos por Pamela es verdad y la justicia”, dijo Luisa Paz, referente santiagueña de la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de Argentina (ATTTA).
Pamela era peluquera, estaba de novia y por las noches se prostituía. El primer detenido por su muerte fue un supuesto “cliente”: el ingeniero Alberto Bonfante. Todos los testimonios de sus amigas y compañeras en situación de prostitución apuntaron a él. Según tres de ellas, la madrugada del 3 de diciembre Pamela subió al auto de Bonfante en la esquina de las calles Garibaldi y Moreno.
El hombre estuvo preso durante un mes. Pero a principios de enero el juez Raúl Santucho resolvió su liberación. La causa dio un giro y la policía de Santiago del Estero detuvo a cuatro de las trans que estaban esa noche cerca de Pamela: Sheila Ana María Rodríguez, Marisol de los Ángeles Brandán, Zaira Juárez y Luciana Micaela Martínez.
Las acusaron de “encubrimiento” y “obstrucción del accionar de la Justicia” y todavía tienen que firmar un acta todas las semanas en la comisaría. Según un comunicado de la FALGBT, las detenciones son una “grave persecución judicial y policial a las testigos del caso” y alertaron sobre “presiones de parte de autoridades policiales y judiciales de la provincia que podrían terminar consagrando la impunidad ante tan grave crimen”.
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