Una corte federal de apelaciones respaldó el martes partes clave de una estricta ley que prohíbe el aborto en Texas, decisión que podría dejar abiertas sólo siete clínicas para interrumpir el embarazo en el segundo estado más grande de Estados Unidos.
La Corte de Apelaciones del 5to Circuito en Nueva Orleáns ratificó en su fallo la exigencia de que las clínicas de aborto cumplan con las mismas normas de funcionamiento de los hospitales.
Los dueños de las clínicas pequeñas afirman que hacer las mejoras les costaría millones de dólares que no tienen en tanto que numerosas mujeres se verían obligadas a desplazarse cientos de kilómetros hasta un hospital que provea servicio de aborto.
Sin embargo, la corte señaló que las clínicas de aborto no mostraron que las restricciones acarrearían una dificultad indebida a «gran número» de mujeres.
El gobernador republicano Greg Abbott y otros conservadores dijeron que las normas de funcionamiento protegen la salud de las mujeres.
Pero los defensores del derecho al aborto describen esa ley como un intento velado para impedir el acceso a la interrupción del embarazo en Texas y anunciaron que apelarán de inmediato ante la Suprema Corte federal, que había apoyado temporalmente la normativa el año pasado.
«Desde antes del caso de Roe contra Wade, ninguna ley o decisión de la corte ha tenido tal potencial para devastar el acceso a la atención de salud reproductiva a tan gran escala», comentó Nancy Northrop, presidenta y directora general del Centro de Derechos Reproductivos.
«Ahora acudiremos a los magistrados para que detengan esas leyes farsantes que sirven para cerrar clínicas y ponen a un número incontable de mujeres en peligro de sufrir daños graves».
El fallo emitido por un panel de tres jueces es el más reciente del 5to Circuito en una demanda que impugnó algunas de las restricciones contra el aborto más estrictas en el país.
La corte con sede en Nueva Orleáns —considerada una de las más conservadoras de Estados Unidos— permitió a Texas aplicar las restricciones cuando los proveedores de abortos presentaron su demanda inicial en 2013, pero la Suprema Corte Federal dejó en 2014 en suspenso la ley y ordenó al 5to Circuito que reconsiderara su decisión.
Texas cuenta en la actualidad con 17 clínicas de aborto, una cifra muy inferior a las 40 que tenía en 2012. La aguda declinación comenzó luego de que el 5to Circuito ratificara otra parte de la ley de 2013 que obliga a los doctores a que tengan privilegios de admisión en hospitales cercanos.
El procurador general de Texas, el republicano Ken Paxton, un firme defensor de la normativa, elogió el fallo más reciente de la corte.
«Quienes practican abortos no deberían tener derecho a efectuar sus actividades en instalaciones que no cumplan las normas y con médicos que carezcan de privilegios de admisión de un paciente en un hospital», dijo Paxton.
De acuerdo con las nuevas restricciones, las únicas clínicas de aborto que continuarían funcionando en el estado serían las ubicadas en las grandes ciudades. Una excepcion sería McAllen, cerca de la frontera con México, a la que el 5to Circuito exentó de algunas restricciones.
Pero para las mujeres en El Paso, la clínica de aborto más más cerca en Texas las obligaría a que hicieran un viaje de ida y vuelta de 1.930 kilómetros (1.200) millas hasta San Antonio o cruzar la frontera hacia Nuevo México.
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