Santa Fé

Concluyó juicio oral por violencia de género

El Ministerio Público de la Acusación pidió 3 años de cárcel para Ignacio de Iriondo, sindicado como autor de los delitos “amenazas coactivas” y “daño”. La defensa pública reclamó su absolución.juicio_1

El próximo martes, a las 10 de la mañana, se conocerá si Ignacio Enrique De Iriondo resulta condenado o absuelto. El juez penal Eduardo Pocoví convocó para esa fecha a las partes, luego de finalizados los alegatos finales del juicio oral que se llevó a cabo por los delitos de “amenazas coactivas” y “daño” en el contexto de la violencia de género.

La jornada de hoy comenzó con el alegato de la representante del Ministerio Público de la Acusación, la fiscal Graciela Parma, que repasó los hechos atribuidos a De Iriondo en el comienzo del juicio y que según el órgano acusador se encontrarían probados.

El pedido final fue que se lo condene a De Iriondo a la pena de tres años de cárcel de cumplimiento efectivo, más declaración de reincidencia, por los delitos antes mencionados. Asimismo, se refirió al contexto de violencia de género en el que supuestamente se produjeron los hechos ocurridos entre el 10 y el 15 de noviembre del año pasado y que fueron objeto de juicio.

Por su parte, el abogado Mario Guedes, que junto con su colega Sebastián Moleón defienden a De Iriondo como representantes del Servicio Público Provincial de la Defensa Penal, “exigió” al tribunal la absolución e inmediata libertad para su defendido, basado en que ninguno de los cargos atribuidos fueron probados durante el juicio.

Acusación directa

“Qué más tenía que pasar para que pudiéramos decir que estamos ante la presencia de delitos en el contexto de la violencia de género”, se preguntó la fiscal, cuyas intervenciones fueron continuamente objetadas por la defensa durante los tres días de audiencia.

Para el MPA “la existencia de los daños quedó acreditada por las declaraciones de un vecino, la propia víctima y su hermano”, quienes relataron al tribunal los episodios ocurridos el 10 de noviembre de 2014, cuando se le atribuyó a De Iriondo la rotura de ventanas y vidrios del consultorio privado de quien hasta hace poco era su pareja.

La víctima, una psicóloga de 38 años, lo señaló directamente como el responsable de los daños; así como de las amenazas de muerte hacia su persona y hacia familiares directos que supuestamente profería De Iriondo vía telefónica.

Por contrapartida, el Dr. Guedes rebatió uno a uno los argumentos de la fiscalía, y cuestionó que se haya alegado “sobre hechos no probados”, en referencia a la pretensión de incorporar prueba que no fue debatida en el juicio. “No digo orfandad probatoria, sino ya inexistencia de pruebas” dijo Guedes al referir que “nada de lo que prometió la fiscal pudo ser cumplido”.

Con antecedentes

Ignacio De Iriondo, de 39 años, comenzó a ser juzgado este martes por los daños producidos en el consultorio de barrio Candioti de su ex pareja, y las amenazas proferidas contra ésta y algunos miembros de su familia. De Iriondo está detenido desde mediados de noviembre del año pasado, período en el que estuvo alojado en la Comisaría Segunda de Santa Fe y actualmente en la Unidad Penal Nº 1 de Coronda.

Aunque no fue debidamente ingresado en el juicio -según hizo constar la defensa-, De Iriondo cuenta con una condena anterior por haber incendiado la casa de otra ex pareja; y además existen dos causas en trámite por delitos vinculados a la violencia de género, según confirmó la fiscal Parma al término de su alegato.

Durante el juicio declararon diez testigos. Cinco de ellos fueron ofrecidos por el MPA, entre los que se encuentra la propia víctima, sus padres, un hermano y un vecino. Sin dudas lo más sustancial estuvo en la declaración de la víctima, que pidió hacerlo sin la presencia del imputado que se retiró de la sala.

Los cinco testigos restantes fueron aportados por el SPPDP y apuntaron a demostrar que la relación entre De Iriondo y la psicóloga no sólo duró los “5 meses” que se dijo en el juicio, sino que se prolongó incluso durante entrados los primeros meses de este año, puesto que se constató que la víctima fue a visitar a la cárcel, en 17 oportunidades, a su agresor.

Imagen : El Litoral