Comunicación: Género y salud, alerta para los medios

La Habana, noviembre 12, 2012.- Los mensajes sobre la salud humana que difunden los medios de comunicación deben tener en cuenta las peculiaridades y diferencias entre mujeres y hombres, se ratificó durante el taller «Género y salud: una mirada desde los medios de comunicación», efectuado del 6 al 9 de noviembre en el Instituto Internacional de Periodismo «José Martí», en la capital cubana.

Especialistas en ambas esferas del conocimiento, la salud y los medios de comunicación, insistieron en que las relaciones entre mujeres y hombres y sus respectivos papeles marcan diferencias que repercuten en los condicionamientos sociales y culturales de la salud y la enfermedad, los factores de protección y riesgo, o la producción, difusión y consumo de nuevo conocimiento en la materia, entre otros aspectos.

Para la periodista cubana Isabel Moya, presidenta de la Cátedra de Género y Comunicación «Mirta Aguirre», del citado instituto, «se trata de desigualdades que son evitables, innecesarias e injustas porque tienen un origen social», indicó.

La comunicadora se refirió a situaciones específicas que deben tenerse en cuenta a la hora de elaborar mensajes efectivos, que realmente tengan en cuenta cómo influyen las condicionantes sociales de género en los procesos de salud y enfermedad.

Tal es el caso, por ejemplo, de la tradicional socialización de la masculinidad hegemónica, que lleva a los hombres a postergar la asistencia a los servicios de salud, a donde llegan finalmente cuando ya es demasiado tarde y su vida está prácticamente comprometida por alguna enfermedad a veces maligna, como el cáncer de próstata.

Otra vivencia suele reiterarse, en cambio, en las mujeres, por su tradicional función de cuidadoras, mandato que las lleva a velar por la salud de otras personas y descuidar la suya y su propio bienestar personal.

«Las mujeres no solo cuidan la salud de sus esposos, hijas e hijos, sino incluso la de otros integrantes de su familia y de su pareja. Eso implica un costo alto para ellas, no solo una carga física en detrimento de su salud, sino también en sus proyectos personales: paralizan sus vidas por tener que atender a otras personas», agregó.

Un buen material periodístico sobre el tema debiera cuestionarse quién cuida a las cuidadoras, sostuvo la especialista y sugirió ese enfoque a los medios, por actual y necesario, pues muchas veces «ni las propias cuidadoras tienen conciencia de que necesitan descansar», comentó.

La profesora llamó la atención acerca de la vulnerabilidad a la cual se exponen las mujeres, además, al ser las cuidadoras por excelencia, pues se mantienen más expuestas a contraer enfermedades infecciosas de las personas que cuidan, como es el caso del contagio de la tuberculosis.

Esa situación que se agrava y complica en el caso de Cuba y otros muchos países que viven un franco proceso de envejecimiento poblacional, por lo que cada vez hay más personas adultas mayores que necesitan cuidados y mayor número de personas ancianas que tienen a su cargo a otras del mismo grupo etario.

Entre los temas tratados durante el seminario taller estuvieron otros que también necesitan una mirada y enfoque particular en los medios, como la salud de la mujer en edad mediana y la carencia de servicios de salud destinados a ese grupo de edades; el contagio de VIH que se incrementa entre las mujeres, principalmente adquirido por relaciones sexuales con sus parejas estables y la negociación del condón.

El programa incluyó, además, el análisis de productos comunicativos, la socialización de buenas prácticas, las tendencias mundiales y la política cubana en materia de derechos sexuales y reproductivos, el tratamiento de los temas de población en los medios, el cáncer de mama y la violencia por motivos de género.

El curso fue organizado por la Cátedra «Mirta Aguirre», con el apoyo de la Federación de Mujeres Cubanas, el Centro Nacional de Promoción y Educación para la salud y el Fondo de Población de Naciones Unidas.

Esta edición le da continuidad a un primer curso impartido el año pasado por la misma institución, con apoyo del Centro de Educación y Promoción para la Salud y el Fondo de Población de Naciones Unidas y dirigido a comunicadores y realizadores de anuncios de bien público. Ahora se han sumado periodistas y profesionales de diferentes provincias del país activos en medios radiales, televisivos, digitales e impresos.

«Nuestro objetivo es tratar de influir, con estos procesos formativos, en que el abordaje que se haga de los temas de salud en los medios tenga una perspectiva de género y también una mirada más amplia de lo que es la salud, vista como un estado de bienestar físico y emocional, no solo a nivel individual, sino también comunitario», expresó Moya a SEMlac.