Se cubrirá la demanda de unas 400 farmacias, de las 1200 inscriptas. Son testeos de antígenos, que miden la carga viral de la enfermedad en el organismo.
Los autotesteos de Covid-19 comenzarán a comercializarse este lunes en farmacias de la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires, luego de la autorización del Gobierno nacional a través de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), ante la creciente tercera ola de contagios.
Si bien su distribución comenzó el viernes en el interior del país donde ya se consiguen en algunas ciudades, ésta primera remesa de uno de los seis laboratorios que recibieron la autorización se encontrarán en los dos centros urbanos más importantes de la Argentina.
Hasta ahora, las pruebas para determinar si una persona tiene coronavirus sólo se realizaban en centros públicos dependientes de las autoridades sanitarias de cada jurisdicción. Lo cierto es que estos autotesteos tendrán un precio oficial de venta de 1.650 pesos y sólo un laboratorio argentino figura entre los seis autorizados.
Se trata de Wiener, quien tiene la planta industrial en Rosario, y tendrá a cargo la producción y distribución junto a Abbot, Roche, Vyam Group, Asserca y el chino Jayor, a quien corresponde esta primera remesa.
“La primera remesa, perteneciente a la marca de un laboratorio chino (Jayor) llegó el viernes a las droguerías y tras la distribución están disponibles para la venta en las farmacias a partir del lunes”, había informado la semana pasada Leonardo Jurado, directivo del Colegio de Farmacéuticos de Rosario.
En esta primera tanda se cubrió la demanda “de unas 400 farmacias de las 1.200 inscriptas”, precisó el farmacéutico rosarino sobre la distribución y comercialización de los autotest a nivel local: ”En principio se estableció una cantidad de 15 autotest por cada farmacia inscripta”.
Según declaró el representante del Colegio de Farmacéuticos, a partir del 15 de febrero ingresarán los de los otros laboratorios autorizados, entre ellos el del laboratorio argentino. Jurado explicó que se tratan de autotesteo de carácter “orientativo”, que tienen “una eficacia de entre un 70 y 90% en la detección del COVID-19″.
“Si el usuario da positivo de coronavirus deberá comunicarse con la farmacia que le vendió el autotest para completar la trazabilidad o de los contrario dentro de cada envase habrá un código QR para informar el resultado. El cliente podrá optar por una u otra modalidad ya que los datos irán a parar al mismo lugar”, explicó.
Isabel Reinoso, presidente de la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA), explicó que cuando una persona compre el test, la farmacia se ocupará de reportar el caso (tanto positivo como negativo) al sistema de vigilancia del Ministerio de Salud de la Nación.
“El paciente también contará con la posibilidad de registrarlo desde su teléfono y ese resultado cargado por el paciente impactará en el sistema de la farmacia que lo dispensa y el farmacéutico lo notificará al sistema nacional de vigilancia en salud”, sostuvo.
¿Cómo se utilizan?
Para su uso, los farmacéuticos instaron a siempre lavarse las manos antes de comenzar, ya sea con jabón o con alcohol en gel, para luego tomar el hisopo, sacarlo del estuche y hacer un barrido en ambas fosas nasales durante quince segundos. Una vez tomada la muestra, se realiza la prueba poniendo el hisopo en el tubo de reacción que contiene el reactivo del kit -un promedio de diez gotas, según la marca-, se gira diez veces para cada lado.
Luego se descarta el hisopo y se coloca la tapa del tubo que es a su vez un dosificador o gotero, para poder poner cuatro gotas de la solución en el cassette de reacción, donde se esperan 15 minutos como mínimo y 30 como máximo. No se debe considerar el resultado del test pasado ese tiempo, dado que puede inferir un resultado falso.
Allí aparecerá una línea color rosada o roja en la celda «C» (Control), lo que indica que el testeo fue bien realizado y luego hay dos opciones: si llega una segunda línea es un resultado positivo, sino sale ninguna línea más, es negativo.