Colombia: Otras maneras de ser hombre sin ser llamados bobos

Bogotá, noviembre.- «Trabajar con los hombres es clave para la política pública de violencia contra las mujeres», afirmó a SEMlac Fredy Gómez, miembro de la Secretaría Técnica de la Red Colombiana de Masculinidades no Hegemónicas.

La reflexión sobre el modelo masculino hegemónico, es decir, de la manera imperante de ser hombre socialmente, la iniciaron las feministas en los años noventa, alrededor del análisis de la violencia intrafamiliar. Luego se continuó ahondando, al estudiar la violencia sexual y, más recientemente, se profundizó en el marco del conflicto armado colombiano.

Willy Quintero, coordinador general de la organización no gubernamental «Taller Abierto», de la ciudad de Cali, resume así el modelo masculino hegemónico: «el hombre debe ser proveedor de ingresos, penetrador y protector autoritario».

Pese a ser un tema de reciente exploración en Colombia, ya existen dos redes nacionales que agrupan a cerca de 20 grupos en distintas ciudades y regiones de este país, los cuales tienen diferentes énfasis pero todos buscan replantear la identidad masculina.

«Hay otras maneras de ser hombre y a eso le apostamos. Una manera en que expresamos nuestros sentimientos, dudas, y reconocemos que no tenemos respuesta para todo», afirmó Quintero.»Los que no son violentos, dictatoriales, se les tilda de que están embrujados, son bobos (tontos) o son maricas (gays)».

Algunos trabajan con varones jóvenes, otros con padres de familia, algunos con habitantes de la calle. Otros, más orientados al impacto del conflicto armado, abordan población desplazada, mujeres víctimas del conflicto y hombres desmovilizados de grupos armados ilegales (que han depuesto las armas), e incluso se han hecho talleres con miembros de las Fuerzas Armadas.

«El trabajo con desmovilizados reveló que persiguiendo la manera de ser hombre se metieron a la guerrilla o a los grupos paramilitares», destacó Gómez. «Vale la pena recordar que los padres de los principales líderes recientes del conflicto armado ?Tirofijo, Carlos Castaño y Álvaro Uribe? fueron asesinados».

Gómez explicó que hay grupos que se enfocan en las relaciones de poder, las cuales ponen en desventaja a las mujeres y, por tanto, buscan transformarlas con el fin de propender por la equidad; mientras que otras organizaciones no trabajan en un marco de justicia, sino que su mira está puesta en cambiar a los hombres para que sean más pacíficos.

«Pero en lo que estamos todos de acuerdo es que es posible transformar a los hombres, y a eso le apostamos», puntualizó Gómez a SEMlac.

La Red Colombiana de Masculinidades no Hegemónicas trabaja en violencias basadas en género; otras, construcciones de género (transgénero) y políticas públicas.

Precisamente, el pasado 16 de noviembre, esta red realizó en Bogotá el «Encuentro de Masculinidades 2010, por la no violencia contra las mujeres», el cual contó con el apoyo de programas y entidades gubernamentales, lo cual demuestra el interés de la red en incidir y contribuir con las políticas públicas a nivel local y nacional.

Transformando jóvenes

La organización Taller Abierto adelanta un proceso en cadena de transformación del modelo masculino con jóvenes de población indígena, afrodescendientes y de escasos recursos, a través de talleres de formación y de capacitación de promotores que replican el proceso en sus comunidades.

«Nosotros hacemos talleres con hombres y mujeres jóvenes para que se identifique el modelo de masculinidad, se reflexione y se cambie la mentalidad que es dictada por la cultura machista», explicó Quintero.

Para Quintero, el problema central es que hay una carencia de referentes masculinos no machistas, es decir que no hay figuras masculinas en el entorno de los jóvenes.

«Hemos visto que al joven le duele que el padre golpee a la madre, el muchacho cuestiona ese comportamiento pero no encuentra referentes que muestre otra actitud. Eso le genera angustia y exacerbación de la violencia. El, luego es victimario y muchas veces ejerce más violencia», agregó el coordinador de Taller Abierto.

Sin embargo, señala que el hecho de que los jóvenes cuestionen ese tipo de comportamientos es indicio de que hay un terreno fértil. «Si tuvieran otros referentes, podrían construir una masculinidad diferente».

Por ello, los hombres veteranos que colaboran con Taller Abierto buscan convertirse en referentes de otras masculinidades para los jóvenes, incluso para los que no son sus hijos.

«La gran angustia de los jóvenes es la soledad y el tener que tomar decisiones solos, sin consejo. Por eso, nosotros buscamos hacernos amigos para acompañarlos en sus dudas sobre matrimonio, trabajo, sexualidad, etc.»

Actualmente, Taller Abierto cuenta con 12 personas ?10 mujeres y dos hombres? encargados de los procesos de formación, y con 10 hombres a los que pueden recurrir los muchachos para esclarecer sus situaciones.

La metodología de Taller Abierto ha demostrado ser exitosa, pues según afirma Quintero, el grupo de 30 muchachos con los que empezaron los talleres, «hoy son jóvenes con una identidad masculina distinta».

«Este es un proceso a mediano plazo, pero da resultados satisfactorios», concluyó Quintero, quien lleva 20 años reflexionando en nuevas formas de ser hombre y trabajando en transformar la mentalidad machista.