Buenoa Aires

Caso Melina: la pista narco empieza a cobrar fuerza

El caso por el crimen de la adolescente Melina Romero empezó a adquirir ribetes impensados, ya que la Justicia empezó a analizar la pista de un poderoso narco que sería quien organizó en una casa la presunta fiesta sexual que derivó en el crimen de la menor.melina

Los investigadores revelaron a NA que más allá de los dos prófugos hay una tercera persona «vinculada al narcotráfico, de gran porte y que habitualmente usa cadenas y anillos de oro», que sería la persona a la que le reclutaban chicas para organizar esas fiestas.

«Sabemos que es un narco que opera en la zona de Ramos Mejía, Haedo y Ciudadela, y que cuenta con protección policial. Por eso la Justicia empezó a analizar esta pista», reveló una fuente de la investigación a Noticias Argentinas.

Los pesquisas creen que hay varios involucrados que fueron «amenazados de muerte por si llegan a hablar y por eso creen que hallar a este sujeto será un «trabajo duro y prolongado».

Según pudo averiguar esta agencia, hay una persona que pidió ser protegida por la Justicia que acercó el dato y que hacia allí giraría la causa, ya que habló de «una casa lujosa con un baño de mármol gris».

«Se están analizando ciertos dichos y se analiza el cuerpo de Melina, porque no se descarta que la víctima haya sido violada y luego obligada a bañarse para borrar todo rastro de semen, de ahí la descripción del baño de la escena del crimen», precisaron fuentes judiciales.

Si bien el crimen involucra a los detenidos, no se descarta que hayan participado otras personas poderosas, más teniendo en cuenta el hecho de una fiesta sexual, la cual sería habitual en esa vivienda y con gente poderosa.

En ese sentido, parte de la Policía Bonaerense aparece sospechada de brindar protección a este narco de gran porte que aún no apareció en el caso, pero que empieza a cobrar fuerza en el caso.

Esta hipótesis no es descabellada si se tiene en cuenta que el ministro de Seguridad de la Provincia, Alejandro Granados, había ordenado la separación de siete policías de la DDI y la Jefatura Departamental de La Matanza por formar parte de una banda delictiva a cargo de secuestros extorsivos, robos y hasta narcotráfico.

Los investigadores consideran que algunos de los involucrados ya detenidos y su entorno «no quieren hablar porque están amenazados de muerte» y de hecho en algunos casos hablaron de apremios por parte de los uniformados.

En ese aspecto, no se descarta que los acusados traten de incriminarse entre sí, pero sin agregar nuevos involucrados.

 

Imagen : www.diariopanorama.com