El dato surge del relevamiento efectuado por una asociación civil. El acoso escolar aumentó un 40 por ciento en comparación con el año pasado y hasta se trasladó a los viajes de egresados.
Ante el reinicio de clases, surge un dato que no se puede soslayar: la violencia ejercida contra muchos chicos fue más que alarmante en la primera etapa del año escolar, bajo la modalidad de «bullying», que va desde burlas hasta terribles agresiones físicas. Las estadísticas de hechos graves en las escuelas argentinas revela que cada semana se reportaron 67 casos, lo que representa un aumento de 40% respecto al mismo período de 2015.
Se trata de un estudio reportado por la organización civil «Bullying Sin Fronteras», donde se alerta que «sigue creciendo el acoso en la escuela o bullying en el ámbito de la República Argentina, manteniéndose el crecimiento de la problemática en un 40 por ciento con relación al año anterior».«El año 2015 finalizó con 1.631 casos graves de bullying pero el primer semestre de este concluyó con 1.142 casos, lo que anualizado nos da un crecimiento del 40 por ciento de casos graves de acoso escolar denunciados en la justicia y los ministerios de educación de la Argentina. Más de la mitad de ellos en Capital Federal, el Conurbano bonaerense, Córdoba, Mendoza, San Luis, San Juan, Formosa, Corrientes y Misiones«, dijo el abogado Javier Miglino, titular de la entidad que realizó el trabajo.
En ese marco, el letrado dijo que «desde el año 2013 junto al equipo interdisciplinario de Bullying Sin Fronteras, conformado por médicos, psiquiatras, psicólogos, psicopedagogos, educadores, abogados, periodistas y padres de chicos que han padecido bullying, hacemos el Informe Nacional de Bullying en nuestro país y permanentemente las cifras crecen».
«Es preocupante porque a la vez que tenemos más casos denunciados, también pudimos establecer que hay más violencia en los chicos. Ya no sólo se padece bullying por el mayor rendimiento escolar o atributos físicos sino directamente la belleza en particular de las chicas las ha hecho foco de golpes, amenazas y burlas y los viajes a Bariloche que antes eran momentos de esparcimiento y alegría con vistas a la finalización de los estudios cada vez se parecen más a las novatadas universitarias que se practican desde hace años con resultados violentos en universidades de los Estados Unidos de América de parte de estudiantes avanzados sobre los recién llegados», dijo Miglino.
En nuestro país la realidad indica que ya no es un eslogan el concepto de que el bullying mata. «Desde el año 2013 sufrimos los homicidios de Naira Cofreces, cuyas asesinas fueron condenadas en Junín el pasado 2 de mayo (ese día se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra el Bullying) y Facundo en la Provincia de Salta. Más los suicidios en La Pampa de Miltony en el barrio porteño de Nuñez de Francisco en una secuencia de muertes que dejó atrás el primer gran caso de acoso escolar cuando un chico conocido como ‘Junior’ en la Ciudad de Carmen de Patagones fue ‘la víctima’ de bullying quién decidió vengarse y terminó matando a tres compañeros en el año 2004″, dijo Miglino.
«Afortunadamente este año 2016 no hemos tenido reportes de chicos asesinados ni de suicidios pero cada vez resulta más natural que los chicos terminen en el hospital luego de un continuado acoso escolar y los hospitales Gandulfo en Lomas de Zamora, Mi Pueblo en Florencia Varela, Hospital Evita en Lanús, Hospital Paroissien en La Matanza, Hospital Central de San Isidro y el Hospital Iriarte de Quilmes, entre otros, deben atender a chicos de entre 8 y 18 años que han sido víctimas de acoso escolar. Algo parecido ocurre en la Ciudad de Buenos Aires con los nosocomios Penna en Pompeya, Piñero en Flores, Zubizarreta en Villa Devoto, Fernández en Palermo, Pirovano en Colegiales y Durand en Parque Centenario», cerró Miglino.