¿Arrestar, reprimir, excluir o buscar una solución?

Si bien la ley 7135, más conocida como Código Contravencional de la provincia de Salta prohibe a través de sus artículos 114 y 115 el ejercicio de la prostitución en la vía pública, la realidad indica que existe un mercado, adonde oferentes son sancionadas, violentadas, violadas, coimeadas y humilladas, tanto por los vecinos de la zona en la que ofrecen sus servicios, como por los clientes, con el agravante de que este tipo de abusos se cometen generalmente con mayor brutalidad en manos del personal policial.

Desde hace varias semanas, la convivencia en el Barrio Hernando de Lerma de la capital salteña, entre las trabajadoras sexuales y quienes residen en el lugar, parece haberse tornado aún más compleja, con numerosos operativos de las fuerzas de seguridad y la apertura de un debate que desde hace más de seis años se posterga sobre el tema.

Al respecto, el abogado Luis Galaguer, representante legal de la Asociación de Travestis y Transexuales de la Argentina por Salta, refiere que si bien la situación es ahora más violenta, por el sinnúmero de detenciones, también posibilita poner en discusión la problemática que viven las trabajadoras sexuales.

En relación a esto, el letrado considera necesaria la radicación de un hábeas corpus colectivo, que ponga un límite a las detenciones por averiguación de antecedentes y por escandalo en la vía pública, ya que el problema de fondo es otro, y pasa por buscar alternativas y reformar las viejas leyes que datan de la época de la dictadura militar.

Galaguer relata también que la idea de generar una zona roja, busca evitar los enfrentamientos con los vecinos, pero también asegurar protección policial a quienes ejercen la prostitución.

Sobre esto, el profesional manifiesta, que más allá de la queja razonable de quienes habitan en la zona, el ejercicio de la prostitución encierra un problema de exclusión que viven los grupos transexuales, señalando que en una encuesta que tiene como base a doscientas travestis del NOA dedicadas a esta actividad, un 70% de la muestra afirmó que dejaría la oferta sexual en las calles de tener una oportunidad laboral, teniendo en cuenta que del total de consultadas un 98% aseguró enviar dinero a sus hogares. De la misma manera, el 87% asegura haber sufrido agresiones de distinto tipo, siendo un 85% de éstas insultos y bromas, un 56% violencia física y un 49% de abuso sexual, ocurriendo este tipo de hechos en un 58% en la vía pública.

Sobre el accionar policial, las travestis denuncian que en un 87% de los casos, son abusadas por las fuerzas de seguridad, siendo golpeadas en un 50% de los casos, abusadas sexualmente, un 53% de ellas, coimedas un 35% de la muestra y torturadas un 25%.

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