A 2 horas y 51 minutos de iniciada la flamante década bicentenaria, el 1° de enero del 2010, hube de ingresar el reclamo n° 1.271.690 en la sociedad comercial Aguas del Norte por ?corte ilegal de agua? y notificar del mismo a su inefable socio, el Ente Regulador de los Servicios Públicos. Ya el último día del 2009 me habían hecho amanecer con idéntico reclamo, casi a la misma hora, el N° 1.271.529, ante el cual se me informó que la causa del corte ilegal era ?el bajo nivel de cisterna? mientras el cielo se descolgaba sembrando millones y millones de toneladas de aguas por todo el Valle de Lerma y otras latitudes del país. Aquel otro reclamo, del primero de año, fue recibido por el ?operador? telefonista del llamado ?call center? con una pregunta: si sabía si el nuestro era el único domicilio sin agua o si en la zona donde vivo se producía la misma ?novedad?.
Admirado por ambas respuestas en el filo cumbrero de las dos primeras décadas del tercer milenio, el ?bajo nivel de cisterna? en medio de los baldazos pluviales que se desplomaban sobre toda la región, y la pregunta de la empresa sobre su ignorancia del propio servicio (pregunta que me tocaba hacer a mí y que la empresa me debía responder, o sea justo al revés de lo que corresponde), admirado por esas ?explicaciones? de manifiesta discapacidad técnica de la empresa, me llovió, también a baldazos de memoria, la ?década infame? de la aún más infame anónima Aguas de Salta, maestra egregia en trampas y fechorías para con los usuarios, avaladas indefectiblemente por la proverbial complicidad del Ente y sus mandantes, el gobernador Juan Carlos Romero con los ministros del ramo, y cuyos ?malos hábitos? legaron a sus actuales herederos, que nada cambian o que dicen cambiarlo todo para que todo siga igual.
En efecto, con el cuento del ?cambio? del actual gobernador y su costosamente publicitada ?esperanza? ?pagada mediante nuestros bajos y progresivamente decaídos salarios- y cuya ?realidad? más está tornándose ?esperanza de pobre?, es decir, para nunca, la famosa ?COSAySa SA de Urtubey?, con el nombre cosmético de Aguas del Norte SA, apela a idénticos truquillos disuasivos de toda reacción, de toda verdad, usando las mismas hipocresías de Aguas de Salta, los mismos ?malos hábitos? que el entonces gerente ingeniero no matriculado, Guarsh y sus ?relacionadores? públicos, achacaban a los ?derrochones? salteños y, ?pedagógicamente? y a fuerza de cobrar y cobrar, pretendían erradicar, malos hábitos de los que, por su parte, hacían gala con todo el montaje de cinismo empresarial contra el fisco y contra usuarias y usuarios. La cantinela que repiten los actuales operadores del teléfono es, ni más ni menos, la misma que ?estudiaron?, ?aprendieron? y heredaron de la primera ?explotadora? privada del servicio.
Mientras la empobrecida población salteña hacía y hace pininos para poder llevar aunque sea un pan dulce y alguna humilde alegría a la mesa navideña familiar, empeñando interminables colas en subsidios para garantizar el grosero negocio político de la pobreza o, peor, en casas privadas de créditos cuasi (o no tan cuasi) usurarios, mientras cada salteña, cada salteño, comprueba día a día que de la realidad de la esperanza sólo van quedando las hilachas de los carísimos avisos y los sensibleros saludos gubernamentales, a la par que la ?gelidez? del congelamiento salarial se proclama con la dureza del más despiadado capitalismo, arrecia en la desesperanzada Salta la artillería de tarifazos, también tramposamente denominados con el impúdico eufemismo de ?readecuación tarifaria?. Por cierto que los servicios del agua sufrirán ese tarifazo, como lo anunciara en mayo pasado el mismo Urtubey. Agua, luz, transporte, gas: implacables tarifazos. ¿Salarios?: el gobierno, falsamente, les llama ?aumentos??, pero de la década pasada, y que ni siquiera llegaron a la menor parejura de una ?adecuación?. Semejante desvergüenza política anticipa lo que parece buscarse: disolución social y degradación de la vida en función del ?pillaje de nuestra Salta? -parafraseando a Ernesto Cardenal-, y que se afianza en su sitial de poder.
Efectivamente, para terminar y mostrar tanto el cinismo farisaico político ?urtubeísta? como su imperturbable continuidad con el romerismo, he acertado a escuchar una entrevista que periodistas de LRA 4 Radio Nacional Salta hacían en el penúltimo día del año pasado al Secretario de Estado de Defensa del Consumidor, el abogado Santiago Godoy, uno de los renuevos políticos y ?genéticos? de esa continuidad, en la cual le cuestionaban el montaje de las audiencias públicas ante la ?solicitud de readecuación tarifaria? de las empresas anónimas mencionadas, entre las cuales está Aguas del Norte. Esas audiencias también tienen lugar, como ?inventó? el romerismo, sintomáticamente, en el ?inactivo? mes de enero. El cuestionamiento periodístico era: si tales ?teatros? no son vinculantes, los aumentos están pedidos y anunciados, incluso por las mismas autoridades públicas, entonces, aún con 100% de rechazo, su ?fatalidad? es segura. El joven abogado, impertérrito defensor más de la ficción que del usuario, con lenguaje que sonaba a ?positivo?, hablaba de la necesidad de ?participación? de la ciudadanía, de que se trata de un instrumento democrático ?reciente?, de que la gente se tiene que acostumbrar a participar más, y una serie de ?bueyes perdidos? que le servían de evasiva de la cruda realidad: los salteños, los opas, a embromarse, porque los tarifazos son un hecho, eso sí, decorados como ?adecuación tarifaria?, y con el adorno de las ?audiencias públicas?. A pagar más, salteñas y salteños, y ojo, no vengan con los ?clásicos? de amenazas de paros (ministro de Educación), porque no hay plata para que se ?adecuen? los salarios a ninguna inflación, porque eso sólo existe en el pobre primer mundo en crisis, que a nosotros no nos toca ni de lejos?
Cinismo político disociador, responsabilidad de los gobernantes?
Aguas del Norte SA, otro lugar de la continuidad que viola el Derecho Humano al agua usándola como mero comercio, decorada de cambio. Aguas del Norte SA, las mismas mañas del viejo zorro que sólo cambió el pelaje.
(1)Desde el día en que asumió como gobernador, y sin interrupción, el Sr. Juan Manuel Urtubey destaca diariamente decenas de miles de pesos del erario público para publicitar por todos los medios un tal ?haciendo realidad la esperanza?, que identifica con su gestión, la cual continúa los meganegocios de su antecesor.
*Carlos María Pagano Fernández es doctor en filosofía, miembro de la Junta Promotora del Agua y del Consejo Provincial para el Cuidado del Agua. Es catedrático en la Universidad Católica de Salta y en el Profesorado de Ciencias Políticas del Instituto de Formación Docente de la Escuela Normal de Salta.