Estaba imputado por «abuso sexual gravemente ultrajante triplemente agravado» contra una alumna del colegio parroquial que dirigía en la localidad bonaerense de Caseros, a quien -según la acusación- agredió sexualmente entre sus 12 y 21 años. José se encuentra detenido desde julio de 2017 por haber permanecido prófugo una semana, escondido en un seminario.
El excura Carlos Eduardo José, de 62 años, fue absuelto con un fallo dividido en el juicio que se le seguía por abuso sexual infantil agravado contra una alumna del colegio parroquial que dirigía en la localidad bonaerense de Caseros, con el argumento de que los hechos están prescriptos y a pesar de que la fiscalía había solicitado 20 años de cárcel, por lo que se dispuso su inmediata libertad.
El fallo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 2 de San Martín, integrado por los jueces Raúl Luchelli Ramos, Carolina Martínez y Mónica María Carreira, fue recibido con muestras de enojo y dolor por parte de las denunciantes, sus familiares y amigos, que se cruzaron en la calle con quienes acudieron a apoyar al exsacerdote.
Las denunciantes acusan a la Justicia de encubrimiento
Mailín Gobbo, la joven que denunció al sacerdote Carlos Eduardo José de haber abusado de ella durante 9 años, acusó a la justicia de ser cómplice del cura y advirtió que, tras conocerse el fallo que lo absolvió, nada le impide volver a abusar.
«Yo no soy yo, son todas las que me dijeron a mí me pasó. Sabes lo que es que te paren arriba de su pene, que te toquen, que te besen sin que vos quieras, es abuso. Y es violencia también para los adultos», continuó la joven quien hoy tiene 33 años y denunció haber sido violada por José cuando asistía al Instituto San José Obrero, ubicado en Caseros, provincia de Buenos Aires.
Tras salir de los tribunales bonaerenses, Gobbo aseguró: «No siento el cuerpo, no me quiero enojar porque me destruye pero esto me da fuerza porque esto no va a terminar acá, no me van a silenciar, voy a seguir siendo voz para que todos podamos hablar cuando podamos, no importa cuándo».
«Entender lo que me había pasado me costó de los 12 hasta los 20 años, con varios psicólogos en el medio, donde ninguno podía concientizarme de que estaba siendo abusada», contó la joven.
Gobbo relató que, en un principio, hizo la denuncia a la institución eclesiástica pero que allí intentaron silenciar su caso.
Junto a ella estaba Karen, otra de las mujeres que intentó sumarse a la causa para denunciar abusos por parte del sacerdote en la misma institución aunque su pedido fue rechazado por la justicia.
«Es muy triste, no puede ser que la Justicia actúe siempre de parte del patriarcado; ayer fuimos a marchar juntas por el Día Internacional de la Mujer y hoy la justicia vuelve a mostrar que es cómplice», agregó Karen en declaraciones a TN.
La mujer contó que además de ella, hay otras dos ex alumnas del colegio que también quisieron sumarse a la denuncia que hizo Mailín aunque estiman que las víctimas del cura podrían llegar a cien.
«Ella no está sola, somos cuatro las denunciantes y creemos que pueden haber un centenar. A todas ellas hoy les decimos que vamos a seguir luchando», sostuvo la joven en los Tribunales de San Martín.