Hoy ,desde horas 8:30 en Sala I, continúa la etapa de testimoniales en el juicio por el femicidio ocurrido en Vaqueros, en 2017.
La Unidad Fiscal compuesta por los fiscales penales Mónica Poma, Leandro Flores y Gabriel González, representa al Ministerio Público Fiscal en el juicio que se sigue contra Adrián Guillermo Saavedra y Carlos Damián Saavedra, acusados como coautores del delito de homicidio calificado por alevosía, ensañamiento, criminis causa, con concurso premeditado de dos o más personas y femicidio, en perjuicio de Jimena Beatriz Salas.
Durante la jornada de este lunes 29, al reanudarse la audiencia de debate, brindó declaración una oficial de la Policía de Salta que, en enero de 2017, prestaba servicio en la dependencia de Vaqueros. La testigo intervino en los primeros momentos tras conocerse la muerte de la víctima.
También declaró el oficial a cargo del grupo investigativo conformado en abril de 2022, tras la conformación de la Unidad Fiscal dispuesta por la Procuración General. Su exposición, extensa y acompañada por material multimedia, permitió reconstruir con precisión el camino que llevó a establecer como principal hipótesis investigativa la que involucra a los hermanos Saavedra.
Según detalló, esta línea se consolidó a partir de la reevaluación de elementos presentes desde las primeras etapas del caso, así como de nuevas evidencias obtenidas en los últimos años.
Uno de los testimonios clave fue el de una vecina de la zona de Vaqueros que tomó en cuenta el equipo de investigación, quien recordó que, cuatro días antes del hecho, un joven se presentó en el domicilio que ella cuidaba. Dijo llamarse “Matías” y manifestó haber encontrado una perrita perdida. La testigo le tomó fotos al animal y recibió un número de teléfono, al que más tarde intentó contactar sin éxito. La descripción física del hombre coincidía con la de otros testigos que también lo vieron rondando el 27 previo al ataque de la víctima y en otras fechas imprecisas del mes de enero de 2017. Varias personas informaron haberlo visto acompañado de un perro caniche gris, y señalaron la presencia de dos vehículos en las inmediaciones: un Volkswagen Vento de color claro y un auto más pequeño y oscuro.
Todos estos testimonios apuntaban a una modalidad de acercamiento basada en un pretexto denominado por el investigador como un ardid “abrepuertas”: el supuesto extravío de una mascota, que habría sido utilizado por los agresores para lograr que Jimena Salas abriera la puerta de su domicilio el día del crimen.
Cabe recordar que hacia fines de 2017, se recuperaron del celular de la víctima, tres fotografías tomadas en la puerta de su vivienda, en las que se observa a un hombre acompañado por un caniche gris, similar al que aparece en las imágenes extraídas del celular de la señora Jimena Salas.. Estas imágenes fueron difundidas por el Ministerio Público Fiscal en diciembre de ese mismo año, tras su recuperación. También se identificaron en esa foto elementos de relevancia: unos lentes recetados, un llavero del club Gimnasia y Tiro y una mochila tipo militar, que más tarde fue secuestrada en un allanamiento en el barrio Parque Belgrano, en un domicilio vinculado a los imputados.
El análisis de las redes sociales permitió detectar coincidencias entre los objetos descriptos por los testigos y los elementos que los acusados poseían o mostraban en fotografías, los lentes, el llavero, los zapatos, entre otros. Además, los vehículos identificados en los testimonios fueron reconocidos como propiedad de la familia Saavedra. Estos datos se complementaron con registros de cámaras de seguridad de una despensa de Vaqueros en días previos al hecho que captaron imágenes de los automóviles, coincidentes con los vehículos en que se movilizaban los imputados.
A partir de estos hallazgos, la investigación se enfocó en personas con antecedentes de delitos cometidos en grupo o dentro del ámbito familiar. Esta línea condujo a los hermanos Saavedra, debido a las múltiples coincidencias en los indicios recopilados y porque varios testigos los ubicaban operando en las zonas de Vaqueros y La Caldera.
Con esta acumulación de pruebas, relató el testigo, que se solicitó medidas de allanamiento al Juzgado de Garantías. En los procedimientos fueron detenidos Javier “Chino” Saavedra y su hermano. Se secuestraron dispositivos electrónicos, la mochila previamente identificada en la fotografía, y los vehículos mencionados en la causa.
Tras la detención de Javier Saavedra en Santa Victoria Este, se le practicó la prueba de ADN. El cotejo con las muestras genéticas recolectadas en el lugar del hecho —el domicilio de la víctima, el 27 de enero de 2017— arrojó una coincidencia positiva con al menos 17 evidencias. Este resultado fue determinante para fortalecer la hipótesis investigativa. Los análisis genéticos iniciales ya habían indicado la presencia de perfiles compatibles con dos individuos que compartían una misma línea paterna.
Del análisis posterior de los dispositivos secuestrados surgieron nuevas pruebas: conversaciones y fotografías comprometedoras, entre ellas imágenes del perro ya mencionado y otros elementos coincidentes con los testimonios.
También se verificó que, desde 2018, Javier Saavedra había realizado más de 80 búsquedas desde el año 2018 relacionadas exclusivamente con el caso del homicidio de Jimena Salas consultando permanentemente los portales de noticias relativos al caso, referenciando el testigo como ejemplo y en particular noticias de Diario El tribuno e Informate Salta que fueran consultadas por el mismo. No se detectaron búsquedas sobre otros femicidios. Asimismo, se confirmó que se había incorporado al grupo de Facebook “Justicia por Jimena Salas” y que tenía activadas alertas para recibir notificaciones ante cualquier publicación referida al caso o del avance de la investigación, y era así que le llegaba una notificación a su correo electrónico ante cada publicación que se efectuaba sobre Jimena Salas, manteniendo así un permanente seguimiento del avance de las investigaciones
Expuso también respecto de registros de Cámaras de seguridad respecto de dos automóviles en inmediaciones de un local comercial sobre calle principal de Vaqueros en horarios coincidentes con el hecho, y cronológicos con los restantes movimientos de los imputados.
La declaración del oficial a cargo del equipo investigador fue extensa y permitió reconstruir y sustentar, punto por punto, la hipótesis acusatoria. También se incorporó información sobre antecedentes previos de los acusados, incluyendo hechos delictivos y dos accidentes de tránsito protagonizados por Javier Saavedra: uno en San Lorenzo, a bordo de uno de los vehículos señalados en la causa, y otro en Santa Victoria Este, donde resultó lesionado un menor de edad.
También expuso respecto de numerosos antecedentes delictivos de Carlos Damián Saavedra y Adrián Guillermo Saavedra, entre los que se encontraban Lesiones y amenazas, lesiones graves, resistencia a la autoridad, supuesto robo; daño calificado, e inclusive una denuncia policial por colisión a una patrulla policial, con posterior persecución, y golpes de puño con personal policial previo a su detención.
Respecto del policía Guantay, quien conducía el vehículo que lo traía detenido a Javier Saavedra desde Santa Victoria, en ocasión en que el detenido se abalanzó sobre el volante intentando una colisión con un camión que venía en sentido contrario, explicó ante preguntas que le fueran realizadas, que tuvo luego episodios que lo obligaron a estar con carpeta psiquiátrica mas de un año, sin poder reincorporarse.
Finalizada la ronda de testimonios prevista para la jornada, el Tribunal —integrado por los jueces José Luis Riera, Mónica Faber y Maximiliano Troyano— dispuso un cuarto intermedio hasta este martes 30 de septiembre a las 8:30, para continuar con la etapa testimonial del juicio.