8M- A LUCHAR CON BARBIJO PERO SIN CALLARNOS

El 8 de marzo nos encontramos nuevamente en la calle, luchando por nuestros derechos. En este día internacional de la Mujer Trabajadora estaremos de pie, con el barbijo puesto pero sin taparnos la boca. Las mujeres nos organizamos y movilizamos porque entendemos que estamos lejos de que nuestras demandas se conviertan en derechos.

Todos los días vemos azoradas cómo la violencia machista se cobra la vida de una mujer. En lo que va del año se ha asesinado a 63 de nosotras, entre femicidios y femicidios vinculados. De ellos, el 17% fueron cometidos por personal de las fuerzas de seguridad. La violencia aumenta y las políticas de contención y prevención no se notan.

Las mujeres y disidencias seguimos siendo el hilo más fino, y vulnerable en todas las crisis y en esta coyuntura pandémica muchas se encontraron encerradas con su agresor – abusador.

Este año será excepcional debido a la pandemia que hace más de un año azota al mundo. La situación de emergencia sanitaria agudizó las problemáticas que nos afectan como género.
Somos las mujeres las que más sufrimos las consecuencias de la pandemia. Los datos oficiales muestran que el aislamiento aumentó en un 64% el tiempo destinado por las mujeres a tareas de limpieza, mantenimiento y compras en el hogar, son las tareas de cuidado, que siguen estando a cargo nuestro en esta sociedad patriarcal. Ello produce una sobrecarga mucho mayor, incluyendo el acompañamiento educativo a nuestres hijes.

Esas tareas de cuidado no son remuneradas ni reconocidas como parte del proceso productivo social, a pesar que incluso antes de la pandemia, representaban el 16% del PBI. La situación desatada con las medidas contra la pandemia acentuó esa explotación ignorada por gran parte de la sociedad.

Además, la debacle económica recayó con mucha mayor fuerza sobre nosotres: entre mujeres y disidencias es mucho mayor el trabajo informal y no registrado, con sueldos de hasta un 70% menor que los hombres, en algunos casos.
En la lucha contra el Covid19, también estuvimos en primera fila, ya que somos la mayoría de la fuerza de trabajo en la salud. A pesar de ese protagonismo, en el sector sigue habiendo inestabilidad laboral, falta de provisión de elementos de bio-protección y bajos salarios.

En la docencia -también mayoritariamente femenina- nos vimos obligadas a empezar las clases presenciales, cuando muy pocxs docentes fueron vacunadxs, poniendo en riesgo nuestra salud y la de toda la comunidad educativa.
Este 8M alzamos nuestra voz por las que perdimos en este tiempo, por las broncas que nos genera la justicia machista que siempre persigue y juzga a mujeres y deja con condenas o procesamientos menores a femicidas y violadores. Necesitamos una Reforma Judicial Feminista y Antipatriarcal.

Porque la emergencia en contra de la violencia de género debe ser prioridad de cualquier gobierno que se considere progresista. Para ello es necesario mayor presupuesto para políticas públicas para luchar contra las violencia que afectan a la mujer y las disidencias, así como para salud, vivienda y educación. Y ello no sucederá si el gobierno nacional prioriza el pago de la fraudulenta e ilegítima deuda externa. Por ello decimos: LA DEUDA ES CON NOSOTRAS Y NOSOTRES, NO CON EL FMI!

Porque la precarizaciòn laboral nos afecta directamente, los puestos de trabajo más precarios y peor pagos siguen siendo mayoritariamente para nosotras. Tenemos derecho a un trabajo digno, vivienda y educación. Exigimos salarios y jubilaciones acordes a la inflación. Porque para una verdadera inclusión social es necesario el Cupo Laboral Trans. Y por nuestras hermanas originarias, que sufren la violencia patriarcal y colonial en sus cuerpos y en el de sus hijes, siendo víctimas de la usurpación y destrucción de sus territorios.

Porque es imperiosa la libertad de Milagro Sala y otras presas políticas.
Porque exigimos la efectiva aplicación de la ley de interrupción voluntaria del embarazo, recientemente aprobada en el Congreso gracias a la enorme lucha de la Marea Verde. Que se rechacen las medidas cautelares contra esa ley que pretenden los antiderechos y que se anule la objeción de conciencia. Las leyes deben cumplirse!
Porque exigimos justicia por las niñas argentinas Maria Carmen y Lilian Villalba, asesinadas por el estado terrorista paraguayo y exigimos la aparición con vida de Lichita.